Columnistas-VeronicaMastretta

Escribo hoy domingo antes del debate y esto aparecerá en lunes. No sé si alguno de los candidatos se habrá atrevido no solo a hacer promesas, sino a dejar en claro que como ciudadanos también tenemos obligaciones que cumplir. Sin asumir esas obligaciones será imposible que salgamos adelante como país. En todos los discursos de los candidatos hemos escuchado propuestas y promesas que no son fáciles de cumplir, mucho menos si a la ciudadanía no se le habla con claridad acerca de que la mayoría de los derechos suelen ir acompañados de obligaciones. Nada de lo que nos prometan saldrá de otro lugar que no sean nuestros impuestos, ni habrá orden y estado de derecho si no empezamos por nosotros mismos. En el concurso de popularidad y esgrima verbal en que hemos convertido el juego electoral, hablar de obligaciones ni vende ni funciona.

Haciendo cuentas, tan solo en esta semana han sucedido en la metrópoli en que vivo varios eventos de incivilidad y falta de responsabilidad básica hacia la comunidad . No es popular hablar de las consecuencias serias que dichas conductas debieran tener, no solo las que violan los reglamentos de la ciudad, sino también las que tipifican claros delitos. Van ejemplos:

En solo unos días, un particular logró tirar 100 toneladas de escombro en la orilla del río Atoyac con la intención de ganarle espacio a la zona federal para luego construir encima. La actividad de rellenado se hacía de noche. Hubo varias denuncias . La autoridad estatal puso sellos de clausura a la zona, mismos que fueron rotos para continuar con la tarea de robarle terreno al río. Quitar sellos de clausura es un delito. ¿Alguien lo sabe? ¿A alguien le importa? La autoridad federal puso una denuncia en un ministerio público. Mientras, los camiones iban y venían al parejo de los tuits denunciando el ilícito. Finalmente en un operativo conjunto, el ayuntamiento de Puebla logró detener a los infractores, mismos que trabajaban para alguien que no está detenido aún y que es el dueño del terreno. Un mal ciudadano.

Hace cuatro días aparecieron en un camellón aplastando las copas de unos pinos grandes y bonitos, unos espectaculares abusivos en un corredor donde no se permiten. Los anuncios por lo tanto no tenían permisos. La empresa que los colocó argumentó que eran anuncios contratados para publicitar una obra de pavimentación del gobierno del estado, anuncio irrelevante e innecesario pues pavimentar no es un mérito sino una obligación. Los anuncios fueron retirados, pero los argumentos de la empresa que los colocó son verdaderamente surrealistas. Exigían que se les enseñara el permiso de retiro de los anuncios cuando eran ellos los que no contaban con un solo permiso para colocarlos. El mismo día y en diferentes lugares aparecieron anuncios iguales y sin permiso.

El alcalde de San Andrés Cholula de apellido Paisano ha agarrado como centro de espectáculos el espacio público recién remodelado junto a la pirámide de Cholula. La última vez que tomó el parque con un evento grande fue en agosto de 2017 pasado y terminó en septiembre 18, la víspera del temblor. El señor Paisano autorizó junto a la pirámide, en zona arqueológica, una feria que duró 40 días. Los responsables de la feria rompieron el pavimento del nuevo parque para anclar los puestos y carpas; metieron trailers que destruyeron el piso y se llevaron de corbata los árboles. Durante esos 40 días también funcionó el Teatro del Pueblo desde las seis de la tarde hasta las tres o cuatro de la mañana, generando un ruido por arriba de los 100 decibeles de día y de noche. Cuando se les pidió a los operadores del teatro que bajaran el volumen, dijeron que a la gente y a la Virgen les gusta el ruido. No estaban enterados de que existe una Norma Oficial Mexicana que lo regula. Durante el temblor se cayeron las torres de la iglesia de los Remedios, construida en el siglo XVII sobre la pirámide. Desde el 19 de septiembre el ruido quedó restringido por Protección Civil en toda la zona por los daños que las vibraciones provocan sobre las construcciones mencionadas. Desde el jueves pasado se montó otra vez una feria que arrancó con el ruido desde las seis de la tarde. Se oye a kilómetros a la redonda. La respuesta a esta violación de los ordenamientos es que ahí se rigen por usos y costumbres. El que los niños y adultos no puedan dormir en días laborales es asunto menor.

El fraccionamiento más lujosos de Puebla, Lomas de Angelópolis, construye su sección III sin tener drenaje ni planta de tratamiento propias. Con sus tres secciones el fraccionamiento llegará a las 80 mil casas. Arrancó hace años a las orillas de Puebla capital , pasa por San Andres Cholula y ya llegó hasta Santa Clara Ocoyucan. En la última sección no hay infraestructura pública de drenaje y saneamiento . Las fotos que sacamos de la sección III muestran salidas en las bardas desde los cuales se dirigen los drenajes a una barranca convertida en laguna de aguas negras que descargará en el río Atoyac y en Valsequillo .Por encima de toda norma y ley. Una chulada. Fraccionadores de ese tamaño no desconocen la ley, simplemente saben que pueden ignorarla sin consecuencias.

Frente a la puerta de un parque, sobre la banqueta y obstruyendo el paso peatonal, se instaló la semana pasada un puesto de ropa deportiva y trajes de baño con todo y maniquies, sucursal de un puesto del mercado. La autoridad los retiró y multó. El jueves regresaron a tratar de instalar su puesto de nuevo. La autoridad los volvió a quitar. Intentarán regresar, no lo dude usted. Transgredir en México es barato. No hay convicción hacia la necesidad de cumplir con la ley.

La semana pasada, un grupo de personas cerró un acceso a un terreno porque se oponen a una obra de protección civil. Pretenden que se les pague una zona federal sobre la cual no tienen derechos y sobre la que existe un decreto presidencial que data de 1957.

Frente a una escuela, el dueño de un puesto de tacos y cemitas montado sobre la banqueta logró que CFE le colocara un medidor de luz en el poste. Entre que el señor se robara la luz o la pagara, prefirieron regularizar la instalación de un puesto sin permisos en la vía pública.

De las 500 mil cuentas de agua potable en la ciudad de Puebla, solo 225 mil casas pagan el agua. El agua es un derecho humano que requiere de obligaciones.

Más de dos mil empresas siguen descargando sus aguas contaminadas sobre el río Atoyac. Y que la autoridad le haga como quiera. La unión en el desorden hace la fuerza.

Los perros y gatos abandonados en la vía pública sobrepasan cada semana a la capacidad de los servicios de rescate y control sanitario de la ciudad.

Desde la iglesia cercana a mi casa se reza el rosario por altavoz de manera que lo oigan todos los que viven cerca, sin importar que lo escuchen personas de otra fe o agnósticas.

La vía pública y los camellones se usan como basureros sin que ninguna persona sea sancionada. La lista es infinita….parejito y de arriba a abajo falta civilidad.

Al hablar de corrupción ¿Habrá algún candidato que haya hecho referencia a la ciudadanía? ¿Alguno habrá dicho que habrá cero tolerancia a este tipo de conductas? ¿Algún candidato habrá hablado de lo que se espera de nosotros, de que hará respetar desde las normas más pequeñas hasta las leyes más estrictas? ¿Se atrevió alguno a decir que no todo será vida y dulzura para los infractores? ¿Se atrevió alguno a hablar de un nuevo pacto de cumplimiento de la ley entre sociedad y gobierno? ¿Se animó alguno a hablar de lo que es ser un buen ciudadano?

¿Hablarán de la corrupción como si fuera una moneda de una sola cara o alguno por lo menos nos leerá de buen modo la cartilla acerca de la imperiosa necesidad de cumplir con nuestras obligaciones para meter al país en un mínimo orden?

Nuestros gobernantes quieren ser amados. Quieren ser populares. Quieren ser electos. Ya luego verán como lidian con los malcriados cuando ganen.

El engaño en un noviazgo consiste en mentir u omitir para conquistar. ¿Quién nos habrá engañado más anoche?

¿Algún candidato se habrá atrevido a romper el discurso seductor para hablarnos de lo irresponsables que podemos ser como pueblo y de lo que se necesita de nuestra parte para mejorar como país?

Ojalá. Yo votaría por ese. Por el que prometa menos y nos comprometa más.

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