En el Día Mundial del Libro, Mercedes Isabel Salomón Salazar, directora de la Biblioteca Histórica José María Lafragua de la BUAP, indicó que se realiza la digitalización de obras específicas para conservar el patrimonio que se resguarda en el edificio.
En entrevista, señaló que la BUAP, cuyas raíces se remontan a la segunda mitad del siglo XVI, conserva un “libro de horas” que está compuesto por 492 fojas de vitela –un material hecho con piel de becerro- y pigmentos como lapislázuli y oro, y es considerado como uno de los manuscritos más antiguos de los que se tiene registro en el país.
Aseveró que la carrera por hacer cada vez más accesible a toda la población el conocimiento mediante libros alcanzó acciones que, a la larga, restringen la calidad de los productos, pues un libro datado en la segunda mitad del siglo XX tiene un marcado deterioro en comparación con el libro de flora peruviana de hace más de cuatro siglos que resguarda la biblioteca.
Por su parte, Ricardo Villegas Tovar, coordinador de Producción Científica y Visibilidad Internacional, de la Vicerrectoría de Investigación y Estudios de Posgrado subrayó que “son varios los esfuerzos por digitalizar y distribuir los contenidos de libros académicos o de ciencia ficción, pero se pierden en la ausencia de un sistema que unifique toda la oferta en una sola plataforma”.
Destacó que “sería como un sueño” consultar sólo los capítulos de los libros que te interesan sin necesidad de comprar todo el texto, o tener legalmente cualquier artículo de cualquier revista especializada e incluso -aseveró- los autores se beneficiarían al recibir regalías directas por la consulta de sus obras”.
Lo anterior, debido a que el acceso universal a los libros para toda la población es una de las intenciones que se ha propuesto Atenas, en Grecia, Capital Mundial del Libro 2018, durante el Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor, celebración instaurada por la Unesco, en 1995.
Editado por Diana Lizeth Pérez Morales