En un informe hecho por la Autoridad Intergubernamental para el Desarrollo, Unión Europea, así como el Sistema de Integración Centroamericana (SICA), entre otros, se divulga que 124 millones de personas experimentaron inseguridad alimentaria.
El documento, en el que también participó la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación (FAO), establece que el año pasado, la población de 51 países sufrió de inseguridad alimentaria, que de acuerdo con la oficina especializada de ONU es: “cuando la incapacidad de una persona para consumir alimentos adecuados pone sus vidas o medios de subsistencia en peligro inmediato”.
La cifra de las personas afectadas durante el año pasado supone un incremento de 11 millones más con respecto al 2016, que, destaca, se debe principalmente a la intensificación de la situación en Myanmar o Yemen, pues tan sólo por conflictos como estos, 74 millones de personas padecieron.
Además, el nacimiento de nuevos conflictos, así como el aumento en el costo de los alimentos e incluso las sequías, las cuales afectaron a 23 países y un total de 39 millones de personas, son otras variables que influyen en el riesgo de perder la vida.
Respecto al nivel agudo de inseguridad alimentaria, 18 países la experimentaron, de los cuales, 15 pertenecen ya sea al continente africano o bien, a la zona denominada como Medio Oriente.
El informe asevera que para este año, Malí, Niger, Libia, República Democrática del Congo, Nigeria, Sudán del Sur, República Centroafricana, Afganistán, Yemen y Siria se enfrentarían a una crisis de alimentos.
En el caso particular de Yemen, el panorama luce desolador ya que, según el documento, la situación tenderá a agravarse.