Tras cuatro noches en Puebla, los más de 800 centroamericanos que forman parte del Viacrucis de Migrante 2018 partieron este lunes hacia la casa del Peregrino que se encuentra atrás de la Basílica de Guadalupe, en la Ciudad de México, donde se disolverá.
En la capital de la República se reunirán con autoridades federales y abogados que les proporcionan apoyo jurídico para que conozcan sus opciones, pues después de tres días se disolverá la movilización, y es cuando tendrán que decidir qué rumbo tomarán los integrantes.
Unos planean llegar a Estados Unidos, ya sea legal o ilegalmente, pero otros esperan poder vivir en México, para lo que deben regular su situación o una vez que el permiso temporal concluya serán deportados.
Los migrantes que pidan refugio pueden quedarse en el país por 30 días, mientras que quienes pretendan seguir hacia la Unión Americana sólo tendrán un plazo de 15 días para atravesar territorio mexicano y llegar a la frontera norte.
Algunos miembros de la caravana, que comenzó con tres mil integrantes, se adelantaron y se encuentran ya en la Ciudad de México desde el 7 de abril, mientras que la mayoría se quedó en la Angelópolis.
Irineo Mujica, director de la organización Pueblo Sin Fronteras (PSF), señaló que se les ha proporcionado asesorías y los esperan en Tijuana, Baja California, para auxiliarlos.
Editado por Diana Lizeth Pérez Morales