Las pocas denuncias que se presentan ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) sobre la talavera pirata y los talleres donde se elabora no permiten que las autoridades los clausuren, aunque se lleve a cabo una investigación de oficio.
Así lo reconoció la titular del instituto, Karla Patricia Piña Kurczyn, quien detalló que aunque la talavera de Puebla tiene una Denominación de Origen (DO), aún se detecta la comercialización de piezas de talavera que no son originales, lo que causa pérdidas económicas de hasta el 40 por ciento para los artesanos certificados.
En su momento, el Consejo Regulador de la Talavera denunció que en la carretera que conecta a Puebla y Tlaxcala existen más de 120 talleres que comercializan piezas falsas, e incluso, una gran parte es loza que hacen pasar como original es procedente de Guanajuato.
Cabe señalar que la DO sólo permite seis colores, el tradicional azul, amarillo, negro, verde, naranja y malva, mismos que están constituidos de pigmentos naturales.
Algunos talleres que cuentan con la certificación se localizan en la Angelópolis, Atlixco, Cholula y Tecali de Herrera, y las Casas o Firmas autorizadas son Talavera Reyna, Talavera Armando, talavera Uriarte y Talavera Santa Catarina.
