El Colectivo de Organizaciones y Defensores de Migrantes y Refugiados (Codemire) expresó su “enorme preocupación” por quienes conforman la Caravana 2018, Viacrucis “Migrantes en lucha”, pues pueden ser víctimas de grupos delictivos.
El grupo formado por albergues, defensores independientes, pasando por el Servicio Jesuita a Refugiados y las Patronas ha dado a conocer, en un comunicado de prensa, que debido a la violencia y su concentración en las personas en movilidad: “manifestamos nuestra enorme preocupación por el destino que puedan llegar a tener las personas que conforman esta caravana”.
Y se aseguró que los migrantes: “se encuentran en riesgo de ser víctimas de grupos delictivos o sufrir acciones represivas o de detenciones violentas por parte de autoridades migratorias”.
Este colectivo se ha manifestado al margen de esta iniciativa por no compartir visiones, “no obstante, urgimos a los tres órdenes de gobierno para que se garanticen condiciones de asistencia humanitaria y seguridad, entrando en contacto con los y las dirigentes de esta para establecer una ruta de atención integral”, indicó.
La caravana inició este lunes en la plaza pública de Tapachula, Chiapas, con algunas personas que cargan consigo cruces de palma. En los primeros contenidos gráficos que circulan en las redes sociales, se aprecia que incluso hay menores de edad.
Visitarán Puebla
De acuerdo a los organizadores, el número de personas que emprenderán el viaje hasta la frontera norte mexicana ronda entre mil 200 y mil 500. Previo al arranque, sus integrantes difundieron un boletín en el que señalaron que: “somos un grupo de personas migrantes y refugiados con distintas nacionalidades, religiones y representación de la diversidad sexual y de género”.
En dicho texto, han advertido que tienen por fin defender sus derechos como migrantes y refugiados. Así como aseveraron que estarán en Puebla del 5 al 9 de abril, para lo cual, han pedido la solidaridad de la sociedad local e invitaron a donar víveres.
Pidieron a los gobiernos centroamericanos un alto a la corrupción política; un cese a la violencia contra las mujeres y comunidad Lésbico Gay, Bisexual y Transexual (LGBT). Mientras que a México y Estados Unidos solicitaron respeto sus derechos humanos, principalmente el de un trabajo digno, así como la no finalización del Estatus de Protección Temporal (TPS, por su sigla en inglés).
En el marco de la caravana, la sociedad civil estadounidense convocó a eventos paralelos como es el caso del centro comunitario de Berkeley donde se reflexionará en torno a los retos que se enfrentan las personas que dejan atrás sus hogares.