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Andrés, la moral y el cardenal

Raymundo Riva Palacio en su columna Estrictamente Personal, publicada en El Financiero, indica que hablar sobre las creencias religiosas de Andrés Manuel López Obrador provocó un pequeño incendio en las redes. No es raro. Lo que no es subordinación es insubordinación; lo que no es incienso para el candidato presidencial, es porque se está al servicio de los intereses políticos y económicos que quieren impedir que llegue a la presidencia. Pero hablar de las creencias de quienes aspiran a dirigir un país es relevante para el electorado porque puede afectar las políticas públicas y la forma como se gobierna. López Obrador, que no es un dios sino un político, lo ha hecho en el pasado, con alianzas incluso inconfesables, como quien es enemigo público de muchos de sus seguidores, el cardenal Norberto Rivera, acusado de haber encubierto a cuando menos 15 curas pederastas, entre ellos el fundador de Los Legionarios de Cristo, Marcial Maciel.

La relación entre López Obrador y Rivera se forjó cuando fue jefe de Gobierno de la Ciudad de México y el segundo era el arzobispo primado de México. Rivera siempre ha hablado bien de López Obrador, y con quien nunca tuvo problemas cuando gobernó la capital. Congruente con sus valores y creencias, López Obrador nunca se metió en temas sociales polémicos, y los hizo a un lado. Por ejemplo, congeló la Ley de Interrupción Legal del Embarazo, que finalmente fue aprobada en 2007 con Marcelo Ebrard como jefe de Gobierno. Y en 2003 presionó al PRD a rechazar el proyecto de la Ley de Sociedades de Convivencia en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal. La posición cambió en 2006, con López Obrador fuera del gobierno, y un año después se realizaron las primeras uniones de convivencia entre personas del mismo sexo.

El conservadurismo de López Obrador en estos temas no es nuevo. Interrogado por diversos entrevistadores sobre ellos, ha evitado tomar posición y ha dicho que tendrían que ponerse a consulta popular. Su postura está en el mismo bando que sus adversarios en la contienda presidencial, el panista Ricardo Anaya y el priista José Antonio Meade. La posición socialmente conservadora de López Obrador, antagónica a un político de izquierda, fue ratificada con la alianza electoral con Encuentro Social, que se opone a la despenalización del aborto –una palabra que nunca emplea el candidato–, que ha estado cerca de él desde la campaña presidencial en 2012, en ese entonces como asociación política de corte cristiano.

La forma como durante su gobierno en la Ciudad de México frenó leyes a las que se oponía la Iglesia católica, acercó la relación con el cardenal Rivera, quien en 2003 lo fue a ver al Palacio del Ayuntamiento para pedirle ayuda, porque la Asamblea Legislativa tenía detenidos los permisos del proyecto Plaza Mariana en la Villa de Guadalupe. Desayunaron en el despacho de López Obrador, quien al final llamó a René Bejarano, su secretario particular, y le encargó que en un plazo no mayor de 15 días destrabara los permisos en la Asamblea. Rivera, quien cuenta la anécdota, regresó a desayunar con López Obrador, quien al preguntarle a Bejarano, le respondió que los legisladores del PRD estaban muy reacios a hacerlo. López Obrador le dijo que en una semana más invitaría otra vez al cardenal y quería que todo estuviera resuelto. Siete días después, Rivera tenía listos los permisos.

López Obrador es un político que a diferencia de otros –Vicente Fox, que aplastó los símbolos nacionales con una cruz desde que llegó a Los Pinos, no es uno de ellos– más abiertos a aceptar políticas públicas contrarias a sus creencias –el caso más reciente es el de Enrique Peña Nieto cuando propuso una ley nacional sobre matrimonios del mismo sexo–, ha empatado sus creencias con la política. Dentro de Morena son famosos “los tres mandamientos” del candidato, “no robarás, no mentirás y no traicionarás al pueblo”, por el cual rasa discrecionalmente a colaboradores y militantes, así como su voto de pobreza, que es una explicación del porqué tras años de buscarle riqueza mal habida nunca han encontrado nada.

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Los horrores de la Patrulla Fronteriza

Leo Zuckermann en su columna Juegos de poder, publicada en Milenio, señala que no me acuerdo dónde leí la reseña, pero el libro me interesó. Lo compré e inmediatamente lo comencé a leer. Me pareció fascinante, pero llegó un momento que se volvió repetitivo y un tanto cursi. Lo abandoné después de leer el 62%. De la parte que sí leí recupero los horrores de la odiosa Border Patrol de Estados Unidos, encargada de vigilar la frontera de ese país con México.

El libro se titula The Line Becomes a River. Dispatches From the Border. Su autor es Francisco Cantú, estadunidense de origen mexicano. A los 23 años, después de estudiar en la universidad, decidió entrar a la Patrulla Fronteriza para tener una experiencia vivencial de lo que realmente es la frontera, una de las pasiones de su vida. Su madre, quien trabajaba como guardabosques, le dijo que estaba loco. Cantú, sin embargo, siguió adelante con su experimento porque la “frontera estaba en su sangre”.

Para fortuna de los que desconocemos el tema, Cantú escribió este libro sobre los años en que fue policía fronterizo. Un horror. Como bien dice el autor, la Border Patrol en realidad es una fuerza paramilitar. No es gratuito que muchos de sus miembros sean exmilitares, quienes buscan un empleo después de haber servido en las Fuerzas Armadas de Estados Unidos. La mitad de los agentes son hispanos, que hablan perfectamente español, varios de ellos residentes de ciudades fronterizas. “Mucha de esta gente se une a la Patrulla Fronteriza, no para oprimir a otros, sino por lo que representa en materia de servicio, estabilidad y seguridad financiera”.

Su trabajo consiste en cazar a la gente que trata de entrar sin documentos a Estados Unidos. En las últimas décadas, ese país ha construido un muro fronterizo con México en los lugares donde antes era fácil pasarse. Además, hoy existen muchos más agentes policiacos, con armamento más potente y tecnologías más sofisticadas para evitar los cruces. Esto ha generado que, por un lado, los inmigrantes traten de cruzarse por lugares más inhóspitos, donde no hay muros o barreras, sobre todo en las partes desérticas y, por el otro, que el crimen organizado mexicano se haya metido en el negocio de los polleros: con el mayor riesgo, pueden cobrar más dinero a la gente, lo cual ha hecho que sea muy rentable el “negocio” de los cruces. La combinación de lugares inhóspitos y crimen organizado ha producido un incremento exponencial en la violencia fronteriza.

No obstante, mexicanos y centroamericanos siguen intentándolo por la falta de oportunidades económicas en sus países. Cantú cuenta innumerables historias de cómo gente detenida platica lo maravilloso que son sus pueblos y la nostalgia por haber dejado atrás a sus familias, pero cómo se vieron obligados a emigrar por razones económicas. “Michoacán es bello”, dice uno de ellos, “pero no hay trabajo, hay mucha desesperación”.

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Las campañas olvidadas

Joaquín López Dóriga en su columna En Privado, publicada en Milenio, indica que en la independencia llevaron la penitencia. Florestán

Ya en alguna ocasión había hablado de las elecciones olvidadas, refiriéndome a las de la Jefatura de Gobierno de Ciudad de México y no se diga a los otros ocho gobernadores en juego que para la arrogancia de este altiplano ni existen por las presidenciales y, en este momento, por la lista de candidatos y senadores plurinominales de las coaliciones, lo que será pasajero hasta que inicien las campañas, el Viernes Santo.

Esta competencia capitalina es muy parecida a la presidencial, donde sostienen que Claudia Sheinbaum, de Morena, lleva la ventaja sobre Alejandra Barrales, PAN-PRD-MC, y en tercer lugar Mikel Arriola, del PRI.

En esta competencia, Claudia ha llevado una política espejo de la de Andrés Manuel López Obrador: cero entrevistas, cero debates, no crear problemas, descalificar al tercer lugar y aparecer lo menos posible en eventos controlados, partidistamente y se defiende del caso Rébsamen y recientemente del tema de los segundos pisos, yo no me meto con la vida personal.

Mikel Arriola sigue la línea de José Antonio Meade: ir a entrevistas, pedir debates y acudir a todo tipo de evento y mítines, y se apoya y desmarca del PRI como candidato ciudadano.

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Despertó la IP y “el peligro para México” seguía allí

Ricardo Alemán en su columna Itinerario Politico, publicada en Milenio, señala que como “anillo al dedo” calzó el clásico de Augusto (Tito) Monterroso a la pesadilla que ven venir empresarios y banqueros mexicanos, al arranque de la contienda presidencial de 2018.

¿Cuál es el par entre el poema breve de Monterroso y las pesadillas de empresarios y banqueros?

Escribió TitoMonterroso: “Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí”.

Y luego de recientes mensajes del candidato de Morena —en la Convención de Banqueros y en su registro como candidato presidencial— empresarios y financieros parecen caer en la cuenta de que cuando despertaron del idilio con el candidato de Morena, “el peligro para México” seguía allí.

¿Lo dudan?

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AMLO busca mujeres cazamapaches

La columna Bajo Reserva, publicada en El Universal, indica que nos adelantan que una parte importante de la estrategia de la defensa del voto para la campaña de Andrés Manuel López Obrador estará en manos de mujeres. Nos dicen que Beatriz Gutiérrez Müller, esposa de AMLO, recorre algunos estados del país para reunirse con mujeres de Morena, entre otras cosas para formar la estructura de la defensa del voto. La pareja de don Andrés, nos comentan, ha sido acompañada por la coordinadora de la campaña, Tatiana Clouthier, para darle más fuerza y captar a más mujeres a favor de López Obrador. Así que Morena buscará formar su ejército de cazadoras de mapaches.

La dieta para El Jaguar

La dieta es la dieta y nadie se resiste a vivir sin ella y es el caso del aspirante a candidato presidencial independiente, Armando Ríos Piter. Nos dicen en el Senado que El Jaguar, como se le conoce al político guerrerense, mandó el aviso a los órganos de gobierno de la Cámara para volver a ocupar su escaño, acción con la que aparentemente renuncia a pelear en los tribunales electorales su registro para aparecer en la boleta electoral. Por lo pronto, nos explican, Celestino Cesáreo Guzmán, suplente de Ríos Piter, va a solicitar hoy la licencia respectiva para dar paso a don Armando. Con esto, el senador dará por concluido su afán por ser candidato independiente, quien para efectos prácticos tendrá un mes de actividad legislativa, para después entrar al receso de mayo a agosto. El felino tendrá cuatro meses de dieta (sueldo), que no le caen mal a nadie. Ah, la dieta…

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La columna Trascendió, publicada en Milenio, señala que Ximena Puente de la Mora salió por la puerta de atrás y ya no se presentó a la última sesión del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales que todavía le tocaba —porque el Senado rechazó su renuncia— e incluso con el reproche del comisionado presidente, Francisco Javier Acuña, quien pidió al Congreso legislar para evitar chapulinazos.

A Areli Cano, la otra comisionada que concluye su encargo el 30 de marzo, en cambio el pleno la despidió con honores. “Ya formas parte de la historia del INAI”, la halagó Acuña.

Que por cierto, unos 30 diputados chapulines protagonizarán hoy una nueva desbandada en el Palacio de San Lázaro en busca de otros cargos de elección.

La Mesa Directiva, encabezada por el priista Édgar Romo, comenzó a recibir desde ayer las solicitudes de licencia con carácter urgente, pues este jueves tendrá lugar la última sesión previa al puente de Semana Santa y el plazo de los trapecistas políticos para dejar su curul vence el último día de marzo.

Que los que han estado muy interesados en transmitir la solidez de las instituciones mexicanas a la comunidad internacional son los magistrados del tribunal electoral, y por eso la semana pasada José Luis Vargas estuvo de gira por Washington, mientras que Felipe de la Mata y Mónica Soto hacen lo propio en España.

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