El asesinato de Selene Hernández Mujica por su expareja, Óscar Alejandro “N”, quien le disparó en la tienda donde trabajaba, en el edificio Reforma 222 de la Ciudad de México, es investigado como feminicidio, ya que la víctima había sido amenazada.
Así lo señaló este lunes Guillermo Terán Pulido, subprocurador de averiguaciones previas de la Procuraduría General de Justicia de dicha entidad, quien confirmó que ambas personas sostuvieron “una relación sentimental” y actualmente disputaban en tribunales la custodia de un hijo de tres años, quien quedó al cuidado de “su abuela”.
En este sentido, señaló que la Fiscalía recabará la mayor cantidad de testimonios para poder acreditar el delito de feminicidio y refirió que, por familiares, se sabe que Hernández Mujica y Óscar Alejandro “no tenían una relación estable” y que ella había sido amenazada de muerte por él.
Asimismo, reveló que el agresor, quien se encuentra hospitalizado tras intentar suicidarse en la escena del crimen, había sido encarcelado en tres ocasiones –2002, 2004 y 2012– por el delito de robo.
Autoridades habrían omitido denuncias
Por su parte, el Observatorio Nacional del Feminicidio aseveró, en Milenio, que todo homicidio contra una mujer debe ser investigado como feminicidio, según el precedente fijado por la Suprema Corte en 2010, y advirtió que habría responsabilidad por parte de las autoridades capitalinas si estas fueron omisas ante las denuncias de la víctima.
Asimismo, insistió en el hecho de que el asesinato de Selene fue premeditado, ya que el agresor la amenazó con hacerle daño por disputarle la custodia del hijo que procrearon y, al cometer el crimen, portaba la siguiente nota: “No vas tú a arruinar mi vida y después como si nada. Por puta te pasó esto”.
Cabe recordar que fue ayer, por la tarde, cuando Óscar Alejandro “N”, de 36 años, ingresó armado con una 9mm a la tienda Nine West y disparó tres veces contra Selene Hernández, de 28, para intentar suicidarse posteriormente.
La víctima murió horas después, debido a las heridas que recibió en tórax, abdomen y un hombro, mientras que el agresor se encuentra en estado grave, por una herida en el lóbulo derecho, y bajo custodia.
Editado por Luis Alberto Palacios
