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Dormir mal puede provocar depresión y ansiedad: experta BUAP
Dormir mal puede provocar depresión y ansiedad: experta BUAP. Foto: Especial

Dormir mal puede provocar depresión y ansiedad: experta BUAP
Dormir mal puede provocar depresión y ansiedad: experta BUAP. Foto: Especial

Isabel Martínez García, profesora investigadora de la Facultad de Ciencias Químicas (FCQ) de la BUAP, señaló que las malas prácticas del sueño de la niñez a la juventud provocan trastornos como depresión, ansiedad y alteraciones neuroendocrinas.

En su conferencia “Neuroquímica del sueño”, impartida durante la Semana del Cerebro, organizada por esa unidad académica, comentó que si las personas no tienen un tiempo razonable de sueño –por ejemplo, seis horas–, con todos sus ciclos, la memoria disminuye.

La investigadora del Laboratorio de Neuroquímica de la FCQ comentó que existen dos tipos de sueño, sin movimientos oculares rápidos (No MOR) y con movimientos oculares rápidos (MOR), también llamado sueño paradójico, donde se producen los sueños vividos, es fácil despertarse y se puede recordar con facilidad lo que se soñó.

En tanto, el No MOR está compuesto de cuatro fases: en la primera, la persona comienza a tener somnolencia; en la segunda, entra al sueño y despierta con facilidad; mientras que en la tercera y cuarta comienza el sueño de ondas lentas, también conocido como sueño profundo, donde hay una completa relajación muscular, disminuye la frecuencia cardiaca, así como la temperatura corporal, y la persona no se despierta fácilmente.

Mencionó que el tiempo entre la última emisión de fotones que entran al ojo y la primera fase del sueño es de 20 minutos, lo que quiere decir que este es el lapso que tardará una persona en comenzar a dormirse, si lo interrumpe antes de este tiempo tendrá que esperar otros 20 minutos y así sucesivamente.

En este sentido, subrayó, es importante educarse a uno mismo para tener una buena “higiene de sueño”, lo que significa que hay que tratar de dormir la misma cantidad de tiempo de forma diaria, “no sirve dormir 15 horas el sábado, 20 el domingo y tres el lunes”; además, se debe procurar dormir a la misma hora todos los días y evitar el uso de estimulantes para conciliar el sueño.

Editado por Diana Lizeth Pérez Morales

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