Por el aumento de la migración, el desmantelamiento del campo y la insuficiencia de las remesas, las mujeres rurales son agentes claves en la provisión de sus hogares y alimentan la economía urbana como sirvientas y trabajadoras de maquiladoras.
Así lo expuso este miércoles en conferencia María Eugenia D´Aubeterre Buznego, académica del Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades “Alfonso Vélez Pliego” (ICSyH) de la BUAP, donde señaló que “hablar de mujeres rurales no quiere decir que sean campesinas”, pues sus actividades “oscilan entre actividades domésticas y el trabajo informal o asalariado”.
Describió que, como consecuencia de la “precarización de sus recursos”, en los pueblos las mujeres de mayor edad quedan a cargo de la parcela y de animales de traspatio, mientras que sus hijas van y vienen a las ciudades o las afueras de sus comunidades para realizar labores domésticas, en fábricas y en el sector terciario.
La investigadora adscrita al posgrado en Sociología del ICSyH sostuvo que las féminas de zonas rurales no están en casa en espera de remesas o apoyos gubernamentales, sino que, por ejemplo, una parte del año trabajan en actividades agrícolas, como la producción de maíz para autoconsumo, y la otra se van a las ciudades a comercializar sus productos.
Algunas se convierten en proveedoras de remesas
Por otra parte, indicó que hay mujeres que han migrado hacia Estados Unidos –son una tercera parte del total de migrantes– para convertirse en proveedoras de remesas.
Destacó que, durante 15 años, el Seminario Permanente Género y Procesos Socioculturales, del cual es responsable, ha realizado investigaciones, como parte de tesis de maestría y doctorado en Sociología, sobre situaciones de migración, trabajo femenino, representaciones sociales de género, trabajo y ejercicio de la maternidad, salud reproductiva, mujeres y VIH, entre otros temas.
Y, en el marco del Día Internacional de la Mujer, consideró que este 8 de marzo es una fecha para visibilizar las condiciones degradadas de las mujeres, el reconocimiento de su trabajo invisible y la existencia de una violencia exacerbada hacia ellas, tanto íntima, como estructural, simbólica y cultural.
Editado por Luis Alberto Palacios