En México, casi 6 por ciento de la población vive con una capacidad diferente y la Asociación Latinoamericana de Población (ALAP) estima que obtiene puestos de bajo nivel, además de recibir 66.5 por ciento del salario de una persona sin discapacidad.
Así lo señala Mariana Díaz Figueroa, especialista en Derecho por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en el estudio “El Derecho al trabajo de las personas con discapacidad, elemento necesario para su efectiva inclusión social”.
También, destaca que en el mundo, 80 por ciento de los discapacitados vive con desempleo, además de que de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), los hombres tienen casi el doble de oportunidades de acceder un empleo comparados con las mujeres.
Según datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), esto implica que a nivel mundial, alrededor de 3 al 7 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) no se produce porque a las personas con discapacidad no se les da oportunidad de trabajar “por prejuicios”.
Díaz Figueroa aseguró que la problemática está en las barreras que “la sociedad impone en el entorno”, por lo que se debe evitar normalizar a las personas y eliminar esas barreras para que puedan acceder en igualdad de condiciones e indicó que el Programa Nacional de Trabajo y Empleo para las personas con capacidades diferentes 2014-2018 es un gran paso social, pero aún faltan cosas por hacer.
Añadió que aunque hay leyes y políticas públicas que contemplan el tema, no existen mecanismos para hacerlas efectivas y lo que buscan es generar mecanismos para que estas personas sean incluidas en el ámbito laboral.
Editado por Diana Lizeth Pérez Morales