Ante el posible triunfo presidencial del precandidato de Movimiento de Regeneración Nacional, Mexicanos Primero A.C. amenaza con “dar la batalla” y lograr la prevalencia de la reforma educativa; aunque, la gran mayoría de los cambios ofertados por la administración de Peña Nieto sigan pendientes y existan tan sólo en enunciados, en discursos y promesas oficiales. Apartidistas en el dicho pero activistas pro-continuidad de la reforma educativa, pretenden inducir el voto en favor de los precandidatos y de las alianzas políticas que se pronuncien por la pervivencia de la propuesta oficial; mientras condenan a todo aquel que ose manifestar su desacuerdo con una reforma educativa impuesta, aun y cuando ésta sea contraria al interés de maestras y maestros.

Condenados maestras y maestros a un triste papel de facilitadores en las aulas, la postura de Mexicanos Primero refrenda desde un ángulo teórico y de investigación la continuidad de la actual reforma educativa, apegada a lineamientos basados en el sistema de competencias y enfocados en la evaluación de desempeño tanto del personal docente, como del directivo y del alumnado. Subordinados a los grandes intereses globalizadores del capital privado -nacional y transnacional-, maestras y maestros que exigen la derogación de los cambios constitucionales a los artículos 3 y 73 -que les conculcan derechos laborales-, son tildados de “dar la espalda a quienes se han esforzado por transformar el sistema educativo” y de atentar en contra del derecho a la educación de calidad que tienen niñas, niños y adolescentes, como si eso fuera cierto y como si el millón y medio de docentes que conforman el amplio ejército magisterial de votantes, vendiera sus plazas o como si todas y todos las heredaran a sus vástagos y recibieran tan siquiera, una parte de los recursos multimillonarios que el gobierno transfiere -de manera opaca y al margen de la legalidad- a las arcas del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación. El personal docente y las organizaciones magisteriales que disienten, son acusados oficiosamente de buscar prebendas indebidas; propiciar la corrupción y la opacidad; pretender un retorno al pasado y de ser víctimas del clientelismo político. Serían vistos por Mexicanos Primero como seres inermes, incapaces de expresar una postura divergente y a quienes engañarían ofreciéndoles “lo que no pueden cumplir o arengándolos para tratar de capitalizar viejas heridas o cuentas pendientes”.

Sin embargo, al fijar una postura pro-reforma, quienes lo hacen –Mexicanos Primero-reconocen la existencia de viejas heridas y de cuentas pendientes. Agravios entre los que se encuentran, los generados por someter al magisterio nacional a una legislación laboral de excepción. Al señalar avances legislativos y establecer demoras, aceptan que las críticas de maestras y maestros tienen razón. Empero, insisten en prolongar la evaluación punitiva a la que se les somete y la califican como un “proceso justo” que debe continuar, a pesar de que las autoridades educativas federales, locales y las del INEE hayan fracasado al aplicarla a tan solo el 15 por ciento de la plantilla laboral (230 mil) que conforma el personal docente de educación obligatoria al servicio del Estado y que constituya uno de los grandes fracasos de la reforma laboral en el sector educativo, al incumplir las metas propuestas en un 90%.

La organización política de referencia señala, en una publicación presentada el 28 de febrero, coincidencias con posturas críticas, marcadas y remarcadas por maestros y maestras y por organizaciones magisteriales. Entre ellas destacan como pendientes las de la falta de transformación de la escuelas normales y la elaboración de los nuevos planes y programas de estudio, “acordes” a los requerimientos del nuevo modelo educativo.

Maestras y maestros se quejan -entre otras muchas cuestiones- del oscurantismo con el que se maneja la evaluación de permanencia en el servicio profesional docente; de la falta de pertinencia y contextualización; de la discrecionalidad con la que se manejan los resultados y la ausencia de mecanismos para su verificación, lo mismo que para presentar inconformidades. Las coincidencias a posteriori resultan fantásticas. Mexicanos Primero reconoce la ausencia de una “evaluación del desempeño que sirva para la formación y la práctica docente”, como si no fuera algo que amplios sectores del magisterio nacional ya hubiesen cuestionado.

Coindicen también en inquirir la calidad de los procesos de formación continua que ofrecen autoridades educativas; procesos que aún no inciden “en la práctica docente así como en el aprendizaje de los alumnos”; los bajos presupuestos que se dedican al rubro (que se reducen a 1 000 pesos por maestra, maestro en educación básica y 200 pesos en media superior al año); la deficiente implementación de los Servicios de Asistencia Técnica a la Escuela; la falta de una tutoría suficiente, “efectiva y pertinente”, reflejada en el porcentaje de maestros y maestras de nuevo ingreso que resultan no idóneos al término de las evaluaciones diagnósticas de 1 y 2 años de servicio (más del 40 por ciento) y seguiría la mata de las “coincidencias” dando.

La organización de empresarios se asume como defensor de los derechos de la niñez, desde la trinchera de la sociedad civil, marginando a los disidentes y a quienes pretendan engañarlos. Asumiendo la técnica de que quien pega primero pega dos veces, organiza una pasarela a la que asisten representantes de la coalición Por México al Frente y quien asumiría la titularidad del despacho educativo, si Morena ganase la elección presidencial. Defiende sus intereses monetarios y los de sus aliados traducidos en contratos en el sector educativo, otorgados mediante el procedimiento de asignación directa a fundaciones vinculadas (UNETE, por ejemplo), lo mismo que a universidades amigas. Salvaguarda su derecho de picaporte y el acceso directo a oficinas de las y los titulares del despacho educativo en entidades de la República, al tiempo que pretende usufructuar la titularidad de la política pública en materia educativa. Pero aun cuando se ostentan como sociedad civil, vale la pena reconocer que sólo son un grupo de presión con intereses particulares que pretende impedir que maestras, maestros, madres y padres de familia, transformen mediante el voto, una realidad que les es oprobiosa. Persisten en secuestrar la política pública en materia educativa.

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