Víctor Gabriel Chedraui, abanderado del PSI a la alcaldía de Puebla, urgió a los candidatos de todos los cargos a proponer, en lugar de pelearse, para así acabar con la apatía y el hartazgo que los ciudadanos tienen por la clase política.
“El centro es el ciudadano, a él debemos dirigirnos, no a los contrincantes”, consideró al momento de señalar que los gobiernos y partidos políticos han perdido credibilidad porque dejaron de representar a la sociedad y se dedicaron a beneficiar intereses de grupos.
“Considero que hay maneras diferentes de hacer política y gobernar, porque los partidos políticos están agotados. La ciudadanía ya no tiene confianza en ellos, hacen cosas diferentes para lo que fueron creados, ya no tienen ideología”, lamentó al señalar que este fue uno de los motivos por los que dejó el PRI hace unas semanas.
En entrevista con Ángulo 7, sentenció que, para persistir, las fuerzas políticas y los aspirantes están obligados a recuperar la confianza perdida, lo cual solo se logrará con proyectos “creíbles” que den soluciones a los problemas sociales.
Pero también puntualizó que es necesario dejar a un lado las pugnas, tras secundar la idea de que en las precampañas locales y nacionales destacaron las descalificaciones y no las propuestas.
Enfatizó que se está a tiempo de revertir esta dinámica si en las campañas los candidatos dedican más tiempo a plantear soluciones en lugar de atacarse los unos a los otros, como actualmente ocurre entre partidos antagonistas que se han denunciado recíprocamente ante los órganos y tribunales electorales.
Aseveró que solo presentando “proyectos ciudadanos, independientes e incluyentes”, el electorado volteará a ver a los abanderados, los tomará en cuenta y decidirá de forma consciente el voto, además que habrá mayor participación en las elecciones, haciendo que el ganador tenga más aceptación y legitimidad.
Sociedad olvidada, señala
Hizo hincapié en que el ciudadano debe ser el epicentro de los proyectos de gobierno y el protagonista de la toma de decisiones, pues actualmente la sociedad se siente olvidada y excluida por los gobernantes que solo se han preocupado por ejercer el poder de manera vertical y centralista.
“Todos ya estamos cansados que la autoridad decida. El poder es para poder hacer y poder servir, para ayudar a la gente y no para ayudar a los amigos o para beneficiarse”, sentenció.
Estimó que en la medida que se escuche al ciudadano, se le involucre en el gobierno, se tome en cuenta su opinión en obras y proyectos, además de que se le entreguen cuentas claras, habrá gobiernos más democráticos y sociedades más justas.
De esta manera -dijo- los poblanos sabrán que la gente exige cambiar las estrategias de gobiernos actuales, que son reactivas o correctivas en lugar de preventivas.
Solo se controla inseguridad y corrupción, critica
Como ejemplo puso la inseguridad y la corrupción, cosas que los gobiernos se dedican a combatir para controlar, no en prevenir para que no existan.
“No debemos ir contra los delincuentes, debemos evitar que los haya; no debemos ir contra la corrupción, debemos propagar la honestidad”, apuntó al referir que también se deben modificar las políticas de desarrollo social, ya que a pesar de los muchos programas sociales, Puebla continúa como uno de los municipios más pobres del país, lo cual refleja que las acciones en esta materia no son las adecuadas o no se aplican de forma correcta.
Refirió que esto puede ser resultado de tratar de dar soluciones generales a problema particulares, pues detalló que tras dividir la capital en 77 polígonos y analizar las necesidades de cada uno, detectó que en cada zona los problemas prioritarios son diferentes y exigen soluciones diferentes.
Gabriel Chedraui reconoció que la inseguridad es la principal preocupación de los poblanos, pero señaló que en cada polígono el fenómeno se practica de diferente manera o existen modalidades de delincuencia distintas, de tal forma que no debe atenderse igual.
Dijo que en algunos sitios predomina el robo de vehículo, en otros los asaltos y en otros el robo de autopartes, entonces las estrategias para erradicarlos deben ser particulares y no aplicar una sola para todos.