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Barbosa: ¡Aguas con la tabla de surf!

Rodolfo Ruiz en su columna La Corte de los Milagros, publicada en E-consulta, señala que la ola electoral a favor de Andrés Manuel López Obrador tiene a Luis Miguel Barbosa Huerta cada vez más cerca de la candidata puntera a la gubernatura de Puebla, Martha Erika Alonso Hidalgo.

Sin embargo no debería confiarse, pues aunque Morena y Andrés Manuel López Obrador encabezan las preferencias presidenciales en la mayoría de los municipios y distritos de Puebla, eso no ocurre con él, ni con otros candidatos a cargos locales.

Si la ola lopezobradorista no pierde fuerza de aquí al 1 de julio, es muy probable que AMLO gane las elecciones presidenciales en el estado, como ocurrió hace seis años, y que ese impulso haga que muchos candidatos nominados por Morena y sus aliados ganen municipios y distritos importantes.

Y también es probable, pero no seguro, que Miguel Barbosa se haga de la gubernatura, pero para lograrlo necesita algo más que una buena tabla de surf para mantenerse en la cresta de las olas y deslizarse hasta Casa Puebla.

Barbosa y los dirigentes de Morena parecen demasiado confiados en los vientos a su favor y en el tamaño y fuerza de las olas, sin percatarse de los riesgos y obstáculos que aún tienen que sortear, y que las marejadas que hoy los conducen hacia Casa Puebla podrían perder impulso.

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¿Migoya, si no va con Morena, será con el PVEM?

La columna De boca en boca, publicada en Ángulo 7, indica que al parecer esta semana se consumará lo que ya se veía venir desde hace varios días: Paola Migoya Velázquez será la primera aspirante a la alcaldía de Puebla en ser “cepillada” de la contienda.

En las últimas reuniones con la estructura que han sostenido los líderes y los candidatos a la gubernatura y al Senado, la única aspirante a la capital que no asistió fue Migoya Velázquez.

Porque no la invitaron, porque no quiso ir o por la razón que sea, se nota la exclusión que ha padecido desde que levantó la mano como aspirante, ya que las bases y la dirigencia encabezada por Gabriel Biestro Medinilla la recibieron en la contienda a regañadientes.

Migoya Velázquez fue considerada sólo porque su familia, empresarios desde hace décadas, tienen amistad con Alfonso Romo Garza, el principal colaborador de Andrés Manuel López Obrador y -según el candidato presidencial- su coordinador de gabinete si gana la elección.

Tras el rechazo evidente que ha recibido incluso por parte de sus contrincantes, se vio a Migoya Velázquez en las oficinas del PVEM. Desde luego, negó estar buscando su candidatura ahí, sin embargo, despertó la duda.

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Elecciones, entre violencia y prostitución

Enrique Núñez en su columna Contracara, publicada en Intolerancia Diario, señala que desde que se inició el proceso electoral, los poblanos sabíamos que sería por demás complejo, porque se elegían todos los cargos de elección popular, por la paridad de género, por un árbitro que se encuentra en entredicho, por el derroche en campañas, en fin.

Sin embargo dos nuevos factores se sumaron este jueves a la arena electoral. Por un lado el asesinato de un precandidato –independientemente del partido que represente– lo cual ensombrece el clima y, por más que lo minimicen las autoridades, genera miedo entre los votantes. Y por el otro, uno más de los coqueteos electorales que se dieron en Puebla y en todo el país.

Vamos por partes.

El asesinato de Aarón Varela, en una de las autopistas más transitadas del estado, es la muestra de que la inseguridad ya alcanzó a las autoridades. Al margen de que se tratara de un precandidato de Morena, ningún ciudadano debería estar expuesto a ser acribillado mientras transita por las carreteras de la entidad.

El caso de Varela Martínez no es, por desgracia, el único que se ha registrado en Puebla en el marco de las contiendas electorales. Hace menos de un mes, el cuerpo de José Jairo García Oliver, fue hallado desmembrado, en una barranca de San Francisco Tláloc, del municipio de San Matías Tlalancaleca. Aunque el PAN se apresuró a decir que no era su militante, se sabe que el abogado buscaba ser candidato de Acción Nacional a la diputación local por el distrito de Huejotzingo.

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¿Y si Moreno Valle sustituye a Ricardo Anaya?

Fermín Alejandro García en su columna Cuitlatlán, publicada en La Jornada de Oriente, indica que una especulación que se ha desatado es que si Ricardo Anaya Cortés cae como candidato presidencial de la coalición Por México al Frente –por sus presuntos escándalos de lavado de dinero–, quien estaría en el primer lugar de la fila esperando para sustituir al abanderado sería el ex gobernador de Puebla Rafael Moreno Valle Rosas, bajo la calidad de que fue precandidato del albiazul a la titularidad del Poder Ejecutivo federal.

¿Si cae Anaya realmente es posible que Moreno Valle suba a la candidatura presidencial?, es una pregunta que muchos panistas se hacen, pero en realidad es un interrogante equivocada, porque la verdadera cuestión es plantearse: ¿Si el ex gobernador de Puebla fuera el abanderado del blanquiazul qué tanto acabaría de destruir al Partido Acción Nacional?

Dicho de otra manera: con Ricardo Anaya la moneda está en el aire, pues algunos creen que está llevando al PAN al matadero, al desastre electoral. Pero también otros sostienen que está resistiendo bien las acusaciones facciosas que ha desatado el PRI en su contra y que lo acabarán martirizado, y obviamente fortalecido, tal como le ocurrió a Andrés Manuel López Obrador cuando en 2006 quisieron evitar que fuera candidato mediante un juicio de desafuero.

Pero con Rafael Moreno Valle Rosas como sustituto de Ricardo Anaya no habría salvación alguna, el ex gobernador de Puebla llevaría al PAN a su peor escenario electoral de las dos últimas décadas.

Con el ex mandatario habría dos derroteros:

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2018 será elección cerradísima con final cardiaco

Arturo Rueda en su columna Tiempos de Nigromante, publicada en Diario Cambio, señala que todas las previsiones se han roto y la elección 2018 es de pronóstico reservado en la que habrá una carrera de tres con final cardiaco. A cuatro meses de la elección y después de un periodo de precampañas que mostró muchas cosas, Martha Erika Alonso y Luis Miguel Barbosa empataron a 75 votos en el Simulador Electoral realizado ayer en el Instituto de Ciencias Jurídicas de Puebla. Ni siquiera es empate técnico, sino empate-empate.

Puede aducirse que ese Simulador no tiene metodología, ni estadísticamente puede ser válido. Acepto todas las objeciones que quieran imponerse a ese ejercicio. Pero no deja de sorprender cuánto ha crecido Luis Miguel Barbosa de la mano de Morena y López Obrador. Aunque su identificación de nombre es relativamente baja, comienza a crecer y mantiene una tendencia ascendente.

No es broma ni propaganda: Barbosa ya empató a Alonso Hidalgo. Del lado del Senado con licencia hay muchas explicaciones de su tendencia ascendente. Del lado de la panista no hay tantas de por qué, con cinco partidos detrás de ella y el genio político de Moreno Valle, se encuentra estancada y difícilmente tiene margen para crecer entre el electorado sin partido. Entrar a la campaña con empate o unos puntos abajo es gravísimo y presagio de derrota.

El periodo de precampaña fue difícil para ella y de la intercampaña pura agitación. Sus primeros 11 días los pasó a la defensiva: primero por la renuncia del apellido de casada, luego deslindándose de ser “la esposa de”, y luego ese absurdo intercambio de golpes asimétricos con López Obrador. Salió mal parada.

Lo de la intercampaña ha sido peor. Continúa a la defensiva entre los errores y las deserciones. Ahora el clima político ha empeorado con el homicidio político del aspirante morenista a la alcaldía de Santa Clara Ocoyucan. Y en el fondo todos los operadores electorales tienen dudas de cómo funcionará el modelo de dispersión partidista ideado por Moreno Valle para las batallas municipales.

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Los Parias y la Gran Fiesta del Chivo

Mario Alberto Mejía en su columna La Quinta Columna , publicada en 24 Horas Puebla, indica que Don Corleone compartía la pasta, el vino, el ajo y la cebolla.

Todo lo compartía, menos el poder.

Compartía regiones, ciudades, barrios chinos.

Todo.

Absolutamente todo.

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