El asesinato del precandidato a edil de Ocoyucan, Aarón Varela Martínez, fue un crimen político, sentenció Carlos Figuera Ibarra, secretario de Derechos Humanos de Morena, al exigir justicia y responsabilizar al estado de la integridad de los aspirantes.
Aunque sostuvo que la víctima no reportó amenazas en los 3 años que llevaba como militante, afirmó que su trabajo y propuestas lo ponían como el principal perfil para ser candidato a la alcaldía, por lo que aseveró que su homicidio estuvo ligado a sus aspiraciones.
Sin emitir señalamientos de sospechas, dijo que “es una realidad” que en el municipio existe un clima álgido de confrontación política, razón por la que el delito se vincula a ello, pues aseguró que el militante no tenía problemas con nadie.
En rueda de presa esta tarde, reconoció que el partido no cuenta con información diferente a la que han emitido las autoridades y descartó que se trate de un intento de robo o de una equivocación, pues recordó que las pertenencias del occiso se encontraron dentro del vehículo en el que viajaba la noche del miércoles.
Ante el deslinde del Movimiento Antorchista tras ser vinculado al crimen, Figueroa Ibarra enfatizó que Morena no ha acusado a nadie, ni lo hará porque no tiene pruebas para ello, pero sí denunció que “por todos es sabido” que la confrontación política se debe a la gran presencia del antorchismo en Santa Clara Ocoyucan, municipio que actualmente gobierna esta organización.
Morena no estará callado
Dijo que ahora ni en el futuro el partido actuará “como los antorchistas”, que el año pasado, cuando fue asesinado Manuel Hernández Pasión, alcalde de Huitzilan de Serdán y agremiado de la organización, de inmediato responsabilizaron a un simpatizante de Morena.
Enfatizó que los morenistas no culparán a nadie porque no les corresponde hacerlo, pero advirtió que tampoco se “quedarán callados”.
Anunció que tomarán “acciones” para exigir el esclarecimiento del crimen, sin embargo, se reservó dar detalles porque dijo que eso le corresponderá a Gabriel Biestro Medinilla, líder estatal de Morena, que no estuvo en la rueda de prensa sin que se revelaron los motivos.
Por ahora, el secretario nacional de Derechos Humanos adelantó que se exigirá “dentro del marco de la ley” a la Fiscalía General del Estado (FGE) una investigación rápida, efectiva y transparente, así como demandó por anticipado que “no busque fabricar culpables como una manera de evadir el ejercicio de la justicia legítima”.
“No podemos dejar que eso suceda sin que haya una respuesta de nosotros en el marco de la legalidad; no nos quedaremos de brazos cruzados ni estaremos callados”, apuntó.
Responsabiliza al gobierno estatal
Responsabilizó al gobierno estatal de la integridad del resto de los aspirantes de Morena, al señalar que todos “tienen miedo” de que les pueda ocurrir algo similar a Varela Martínez.
Culpó del hecho a las instancias de seguridad por no garantizar un ambiente de paz a los ciudadanos y alertó que este es el precedente de un proceso electoral muy violento en Puebla, que ahora se suma a otros estados donde también han sido asesinados aspirantes de varios partidos.
Refirió que en todo el país van diez homicidios de personas vinculadas a la política en solo los dos meses que van del año, de los cuales dos militaban en Morena, el aspirante poblano y Francisco Rojas San Román, aspirante a la alcaldía de Cuautitlán Izcalli, Estado de México.
Aunque minutos antes de sus declaraciones, el gabinete de seguridad encabezado por Diódoro Carrasco Altamirano, secretario General de Gobierno (SGG), negó que la inseguridad y la violencia estén sobrepasando a las autoridades en Puebla, Figueroa Ibarra opinó lo contrario y exigió al gobierno estatal que “abra los ojos y deje de ufanarse” de cosas que no existen.
Consideró que las estrategias de las corporaciones policiacas no han servido y “está claro” que se deben cambiar, por lo que demandó asimilar la ola de inseguridad en el estado y confrontarla en lugar de negarla.
