El Servicio Jesuita a Refugiados (SJR) ha lanzado una campaña global con el nombre #Do1Thing que significa “Haz una cosa” y pretende que personas ofrezcan a los refugiados amistad, ayuda o clases de idiomas, al menos un día a la semana.
La campaña, puesta en marcha desde el 14 de enero en el marco del Día Mundial de los Migrantes, nació de considerar que no se trata de una crisis de refugiados, sino de solidaridad. En su página electrónica, se difunden además testimonios de quienes que se han sumado en todas las latitudes del mundo.
Con esta proyecto, el SJR ha informado de la situación de refugiados, como es el caso de los sirios en Jordania cuya población asciende a 1.4 millones; a ese país del Medio Oriente también han llegado 400 mil iraquíes, 30 mil yemeníes, 3 mil 800 sudaneses y 800 somalíes.
La titular de la institución ha denunciado que los nacionales sudaneses y somalíes tienden a ser víctimas de racismo únicamente por su color de piel.
Desde Jordania, el equipo se encarga de llevar a cabo visitas a los hogares de los refugiados y escucharlos para conocer cuáles son sus necesidades inmediatas.
Por su parte, el Servicio con oficinas en el Reino Unido (JRS UK) por sus siglas en inglés, dio a conocer que en Londres, el 62 por ciento de los refugiados ha sido de personas sin hogar en 2017, situación que provoca que esta población se encuentre en indigencia.
De acuerdo al JRS UK, la condición de quienes han abandonado sus hogares y llegaron al Reino Unido es más precaria de lo que imaginaron, aunado a que Sarah Teather, titular de la institución, ha aseverado que en Londres, la población solicitante de protección vive en un ambiente de hostilidad, a tal grado que, a aquellos a los que les proporciona alojamiento es: “frecuentemente inadecuado, deteriorado, sucio, frío y superpopulado”.
