El enamoramiento es un estado de bienestar donde una persona observa sólo cosas positivas de su pareja; tiene una duración de 6 meses a 3 años y, desde un punto de vista médico, se divide en cuatro etapas caracterizadas por la producción de diversas sustancias.
Así lo mencionó María Eugenia Torres Castillo, psiquiatra del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) delegación Puebla, quien indicó que la primera fase sucede cuando a través de la vista se nos hace atractiva una persona, después con la secreción de dopamina, luego producción de oxitocina –deseo sexual– y al final el apego.
Detalló que los humanos nos enamoramos en primera instancia a través de la vista y de manera inconsciente se estimulan las glándulas endocrinológicas con la producción de adrenalina y noradrenalina, que provocan sentimientos como inquietud, angustia, palpitaciones y temblor al ver a la persona que nos atrae.
El siguiente paso es cuando el cerebro segrega otras sustancias como la dopamina, –conocida como la droga de la felicidad-, esta fase tiene la característica de que los enamorados tienen ganas de querer ver y platicar en todo momento con quien les gusta.
Después de un tiempo, el organismo produce la hormona oxitocina, que da paso al deseo sexual, que es cuando las parejas desean tener contacto sexual prácticamente todo el tiempo sin que se refleje en un cansancio.
Explicó que si la oxitocina se combina con la testosterona, el hombre va en busca de las relaciones sexuales, y si lo hace con los estrógenos, la mujer se vuelve seductora, cariñosa, agradable y sensual para el hombre.
La última etapa es la del apego, que corresponde al llamado “amor verdadero”, porque las parejas aprenden a vivir con los errores y aciertos, “ya no todo es bonito ni mágico” pero pasan a una formalización que les permite establecer una familia y tener hijos o hijas.
Editado por: Jorge Dorantes
