El mundo global trae consigo riesgos electorales cuando las sociedades no tienen cultura política participativa.
Se ha comentado de la posible interferencia Rusa en las elecciones de este año en nuestro país; veamos algunos antecedentes:
La Agencia de Investigación de Internet (IRA) es una compañía rusa con sede en San Petersburgo, que participa en operaciones de influencia en línea y ha empleado cuentas falsas registradas en las principales redes sociales, foros de discusión, sitios de periódicos en línea y servicios de hospedaje de videos para promover los intereses del Kremlin en política nacional e internacional.
En las últimas elecciones de Estados Unidos destinaron 100,000 dólares en publicidad de “mensajes divisivos”: asuntos LGBT, cuestiones raciales, inmigración y derechos sobre las armas.
Bots de Twitter enviaron la etiqueta #WarAgainstDemocrats (guerra en contra de los demócratas) más de 1,700 veces el día de la elección.
Así es que no será dando oro a los candidatos a cambio de prometerles el petróleo nacional, es más probable que sea mediante big data sirviendo como base, como se puede influir en el comportamiento del electorado antes y el día de la elección.
Como fundamentalmente la injerencia extranjera se puede dar mediante las redes sociales, la promoción de una cultura política participativa del votante mexicano, con información, análisis y contraste podría ayudar a disminuir la influencia.
Por supuesto que el gran electorado nacional, a diferencia de los Estados Unidos, decide su voto por otros medios de información alejados de las redes sociales, sin embargo, no es aconsejable desechar las intenciones de otros países en el tema nacional por estos instrumentos que hoy da el acceso a las tic´s.
El activista Malcom X expresó: “Si un colectivo tiene la oportunidad de votar unido y con ello puede decidir el resultado de las elecciones, y no aprovecha esa ocasión, no cabe duda de que ese colectivo está políticamente enfermo”.
@EGAnguiano
8 de febrero de 2018
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