Columnistas-NahirGonzalez

La palabra especismo se usa para referirse a la existencia de una discriminación moral basada en la diferencia de especie animal. El término se emplea comúnmente para aludir a la exclusión que sufren los animales no humanos en comparación con los humanos. Alude al valor superior que el homo sapiens (hombre sabio) cree tener, por encima del resto de los seres vivientes.

La postura ideológica especista existe en la mente de gran parte de la población mundial. La mayoría de las personas creen que por el hecho de ser una especie con mayores capacidades mentales que otras, tienen derecho a determinar libremente cómo manejar en su totalidad el rumbo del planeta, incluida la vida de los animales; sin importar el hecho de que esa situación implique agresiones, crueldad o daños a ellos.

En México, al igual que en muchos otros países del mundo, existe una grave ausencia de ética y cultura para establecer una relación positiva con los animales. La mayoría de la gente los ve como seres inferiores y cree que por ello puede aprovecharse de ellos o tratarlos como si fueran objetos carentes de emociones y sentimientos. La educación que gran parte de la sociedad posee al respecto, ha jugado un papel muy importante en el establecimiento de estos paradigmas erróneos y en la ejecución de acciones anti-éticas que atentan contra el reino animal.

Es verdad que el solo hecho de alimentarnos con ciertos tipos de animales, representa un acto especista, pues las personas disponemos de su vida para satisfacer una necesidad humana. Existen muchas posturas encontradas al respecto, ya que varios individuos opinan que consumir animales es el proceso natural de la llamada cadena alimenticia; otros consideran que actualmente el mundo posee las suficientes herramientas para generar provisiones no animales que suplan los nutrimentos que proporciona la carne de ellos o sus productos derivados en general y que, por tanto, no es necesario consumir a estas especies o hacerlas trabajar en la generación de productos que satisfagan necesidades de alimentación de los individuos.

Definitivamente, la nutrición humana a partir de animales es un tema en el que nos falta mucho por evolucionar y en el que la ideología de respeto a la vida de estas especies, a veces resulta contradictoria cuando se es partidario de ella pero a la vez se es una persona que se vale de estos seres para alimentarse; sin embargo, si ya de por sí muchos animales mueren para que el hombre pueda nutrirse -debido a que en este aspecto aún no nos hemos civilizado y seguimos actuando igual que nuestros antepasados- ¿por qué hacer esta situación más cruel o por qué consumir especies innecesarias para comer?, ¿por qué maltratar a los animales en los rastros o en lugares similares?, ¿por qué hacerlos padecer teniendo condiciones de vida pésimas?; nada de esto es necesario para que el hombre se alimente, a los animales se les puede dar un trato lo más digno posible para que tengan una vida tranquila y mueran sin dolor y sin sufrimiento; insistiendo en que aun siendo así, el aprovechamiento de estos seres para satisfacción comestible de los seres humanos, es poco civilizado, no justificable y debería algún día desaparecer; ya que existen investigaciones de personas expertas en nutrición, que indican que actualmente, el hombre posee las suficientes condiciones para conseguir reemplazos de alimentos animales, conservando buena salud y llevando una vida normal, si el consumo de estos sustitutos es equilibrado y sano.

El pretexto en cuanto al consumo de animales en el ámbito de la alimentación siempre ha sido y sigue siendo la nutrición y la naturaleza de la cadena alimenticia; posiblemente este argumento no es justificable a estas alturas de la existencia humana, pero probablemente sí es entendible debido a la cultura arraigada en la que hemos vivido a lo largo de varios años y que lleva un trasfondo relacionado con la supervivencia del hombre; no obstante, yendo más allá de eso, todos los demás usos que se le dan a los animales y que nada tienen que ver con la supervivencia natural del homo sapiens, no tienen ninguna razón de ser, por ejemplo: fabricación de artículos hechos con piel de animales o cualquier acto que implique maltrato o muerte animal solo para satisfacer asuntos de vanidad humana; consumo alimentario de especies exóticas; participación de animales en shows o como objetos distracción, implicando esto: sometimiento, pérdida de su libertad y alejamiento de su hábitat natural; venta y lucro de especies animales; y peor aún, el maltrato propinado a animales solo por el gusto de hacerlo, tal y como se ha visto en tantos recientes casos publicados “orgullosamente” en redes sociales.

Todas las situaciones mencionadas, hablan de la poca ética y sensibilidad que gran parte de los seres humanos tienen hacia otras especies. Es asombroso que simplemente por el hecho de satisfacer gustos y egos humanos, se explote sin ningún sentido a seres vivos que no tienen voz ni derechos para reclamar ser protegidos; solo porque los “seres supremos” así lo decidieron, así se divierten, así se sienten bien y sobre todo, creen que tienen derecho.

A muchos parece no importarles la problemática mencionada, en varios casos hasta resulta ser un asunto gracioso; sin embargo, no es algo que merezca indiferencia, pues es una situación grave que refleja la decadencia social en la que vivimos, la falta de valores humanos y el poco respeto que se tiene a la vida; lo que finalmente se traduce en violencia, abusos y delincuencia a todos los niveles, no solo en el ámbito animal. Actuando así o favoreciendo estos actos, las personas no pueden exigir armonía y respeto en la convivencia con sus semejantes, cuando ellos mismos son partidarios de este tipo de actos que contribuyen al desequilibrio de las sociedades.

La raíz principal de este problema se resume en una sola palabra: “educación”, ya que ésta es el punto de partida para el desarrollo y la evolución social en cualquier ámbito, no sólo en el relacionado con cuestiones animales; pero la educación no es sólo responsabilidad de cada individuo, sino también de todos las personas que conformamos el entorno, pues así como cada ser humano tiene la obligación de aprovechar personalmente las herramientas que tiene a la mano para ampliar su cultura y encauzarlas a ser un mejor ciudadano, también existen otras entidades que contribuyen al logro de este objetivo: la familia, la escuela y el gobierno. Estas instituciones sociales juegan un papel fundamental en el desarrollo humano y mental de los individuos, por tanto, son causantes importantes de mantener y favorecer esta ideología especista, que lo único que ha provocado a través de los años es: lucha de poderes, perpetración de abusos y una decadencia social cada vez más profunda.

La vida humana y la vida animal son vidas, sin importar la diferencia de especies. Los animales no humanos sienten y sufren al igual que los animales humanos, por tanto, no se trata de darle prioridad a un ser sobre otro, se trata de valorar, proteger, respetar y vivir en equilibrio con todos los seres por igual; simplemente por ser parte de la creación, de la naturaleza y de la vida en sociedad.

*Las opiniones expresadas en esta sección son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten y no representan necesariamente la línea editorial del portal de noticias Ángulo 7.