El fiscal general estadounidense, Jeff Sessions, aprobó que la ley federal sea endurecida incluso en los estados donde se permite el uso recreacional de la marihuana, lo que facilitaría el número de personas detenidas, principalmente a quienes son de piel negra.
Ante el reciente anuncio de Sessions, organismos defensores de derechos humanos, como Human Rights Watch (HRW), han criticado que el actual modelo de criminalización no ha representado mejoras para la sociedad.
De acuerdo con HRW, cada 25 segundos en suelo estadounidense alguien es arrestado por llevar consigo drogas para uso personal, lo cual representa el mayor número de detenciones en comparación con cualquier otro tipo de delito.
En la investigación del organismo defensor de derechos humanos, se concluyó que los adultos negros son arrestados 2.5 más veces por posesión de drogas en comparación con la población blanca.
En estados como Montana, Iowa y Vermont, la comparativa es de seis detenciones de negros contra una de blancos, mientras que en la ciudad de Manhattan, una persona de piel negra tiene la posibilidad de ser arrestada 11 veces más que una de piel blanca
Carecen de tratamientos médicos
Además, el organismo ha declarado que durante el encarcelamiento, no se les brindan los tratamientos médicos adecuados en caso de contar con una dependencia a las sustancias nocivas.
Según HRW, al año, 1.25 millones de personas son arrestadas, que han padecido “dramáticos e innecesarios” daños.
Además, se he hecho énfasis en las consecuencias a largo plazo que surgen luego de una detención o un juicio por posesión de drogas, lo que significa en el país de Norteamérica, una puerta cerrada al campo laboral, el nulo acceso a créditos e incluso a ayudas del gobierno o la conclusión de estudios.
Por ello, se advierte que “el actual modelo de criminalización hace poco para ayudar a las personas para las que el uso de las drogas se ha convertido un problema” lo cual se reafirma con el difícil acceso a los tratamientos.
HRW ha afirmado: “la ley criminal no es la solución. Criminalizar la droga simplemente no ha funcionado en la práctica”. El documento concluye aseverado que las tasas del dichas sustancias fluctúan, pero no han declinado significativamente desde que “la guerra contra las drogas” fuera declarada hace más de cuatro décadas”.