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Se busca alcalde

Rodolfo Ruiz en su columna La Corte de los Milagros, publicada en E-consulta, señala que uno de los mayores escollos de las tres coaliciones que se han formado a nivel nacional y que seguramente se replicarán en los comicios locales, con algunos pequeños ajustes, es la falta de figuras para contender por la presidencia municipal de Puebla.

En los tres bandos la caballada de aspirantes a la alcaldía capitalina luce francamente pobre y famélica. No hay una sola figura que por sí misma atraiga la atención y simpatía de los votantes residentes en el municipio de Puebla.

Tal situación constituye un problema para las coaliciones Por México al Frente, integrada por el PAN, el PRD y Movimiento Ciudadano; Meade Ciudadano por México, compuesta por el PRI, el Panal y el PVEM; y Juntos Haremos Historia, integrada por Morena, el PT y el PES, ya que difícilmente pueden aspirar a la gubernatura, sin ganar primero la alcaldía de Puebla.

El municipio de Puebla representa poco más de un tercio de la lista nominal de electores de la entidad; una votación alta en la capital es condición sine qua non para ganar la gubernatura. Y para ello, es indispensable que el candidato o la candidata postulados a la primera regiduría del cabildo capitalino sea un imán que atraiga simpatías y sufragios al candidato o candidata a la gubernatura.

¿Quién del PAN podría sumarle a Martha Erika Alonso Hidalgo más apoyos de los que ya tiene: Jorge Aguilar Chedraui, Eduardo Rivera Pérez, Mario Riestra Piña o David Villanueva Lomelí?

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Encubren el dedazo de AMLO, en Puebla

Enrique Núñez en su columna Contracara, publicada en Intolerancia Diario, indica que después de conocer la falta de transparencia con la que se comporta Morena para elegir a sus candidatos, debe quedarnos claro que la democracia no es parte de las prácticas de quienes aspiran a gobernar a nuestro país.

Para nadie es un secreto que la esencia del PRI está muy alejada de la apertura para definir a sus candidatos. La imposición a través del dedazo es una práctica anquilosada, derivada del presidencialismo absolutista que tanto daño nos hizo.

En el PAN las circunstancias no son distintas. Desde su creación, los fundadores de Acción Nacional se dedicaron a presumir que este partido era el único que anteponía la importancia de sus militantes para cualquiera de las decisiones determinantes al interior de éste.

Al surgir Morena, la historia del partido incorruptible, incluyente y transparente caló hondo en quienes estaban hartos de la basura que nos ha gobernado en los últimos 80 años.

Lo único con lo que no contábamos era con que detrás de Morena estaban los mismos que militaron en el odiado PRI.

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