Para una maestra o para algún maestro frente a grupo que se encuentra en medio del receso escolar de invierno, resultaría interesante echarle un vistazo a las noticias que, en materia de política educativa inundan tanto a los medios convencionales como a las redes sociales, pues seguramente, no faltará niña, niño o adolescente que pregunte algunas cuestiones como las que a continuación se mencionan y debemos estar preparados para contestar, oiga maestro, maestra, ¿usted qué opina sobre eso de que habría que mandar a AMLO a la chingada? ¿Será cierto qué -como dice Nuño-, Meade ponchará a su rival porque cada una de las declaraciones que hace, se convierten un strike que lo mandarán de vuelta a su rancho? En política, profe, ¿se valen los insultos? ¿Usted qué opina sobre lo que dicen que dijo Otto, que con ese cuate no se puede discutir porque es un “orate”? Profa, ¿se vale descalificar a una persona acusándola de senil y de tener problemas de salud mental cuando difiere de las opiniones de los mandones? Los que quieren la presidencia ¿pueden -maestra, maestro- acusar a sus adversarios políticos de faltos de ideas, razones, hechos, datos duros y verificables, de demagogos falsos o inmorales, por el sólo hecho de disentir de la forma de pensar de quienes detentan el poder y que han robado lo que han querido y fracasado en darnos transparencia, una mejor educación, seguridad y mejoría económica, entre otras cuestiones? ¿Qué opina profa, profe, pues no que no se vale hacer bullying con las compañeras y los compañeros haciendo alusión a sus defectos y ellos, los políticos que dicen que primero estamos las niñas, los niños y los adolescentes, pero con su ejemplo nos enseñan lo contrario?

Las maestras y maestros sin duda tendremos que responder a preguntas y cuestionamientos similares. La política electoral se adueñará de la publicidad que, merced a los tiempos oficiales, se entregará al Instituto Nacional Electoral, a los partidos políticos y a una que otra candidata o candidato independiente, tiempo necesario para que se emitan casi 6 millones de mensajes electorales en radio y televisión. Las niñas, los niños y los adolescentes se convertirán por arte de magia, en expertos sobre estas cuestiones y serán portadores de opiniones que podrían modificar la intención del voto de quienes les rodean y en ese tenor, el mercado electoral que significan 1 936 556 maestras y maestros cobra relevancia y sería por demás atractivo, si se considera que sus opiniones serían escuchadas y discutidas por un poco más de 60 millones de madres y padres de familia de 36 392 832 alumnas y alumnos de educación básica, media superior y superior de acuerdo a datos publicados recientemente por el INEE.

De ahí que se lancen acusaciones de alerta en contra de un supuesto ladrón, al que señalan de pretender arrebatarles el dominio de un gremio al que consideran aliado y cómplice, mientras que ocultan el botín sustraído. Quienes hoy imputan son directamente responsables de las acciones que atribuyen a quien en algún tramo del camino fuera su compañero de partido y quien en la actualidad, haciendo eco de una demanda magisterial, anuncia la cancelación de una reforma educativa rechazada por un número considerable de maestras y de maestros, promesa que se cumpliría si el voto del electorado le llevara a la titularidad del ejecutivo. Le acusan de sostener acuerdos con Elba Esther Gordillo Morales -La Maestra- pero olvidan que en virtud de los acuerdos cupulares, la nombraron Secretaria General del Partido Revolucionario Institucional y Presidenta de la Cámara de Diputados, le hicieran Diputada y Senadora de la República, con la intención de garantizar las trapacerías electorales atribuidas al magisterio nacional. No obstante, los inquisidores modernos prohíjan por un lado las alianzas que condenan por el otro y anuncian la conformación de un frente electoral (PRI-PANAL), unión que les diera la gubernatura del Estado de México, a pesar del triunfo electoral de MORENA. Partícipes del ingreso al Servicio Profesional Docente basado en el mérito, todos los mandos medios y superiores del sector educativo -incluidos las y los encargados de despacho- han sido designados por la obra y gracia de los titulares del ejecutivo federal y de los locales, sin ninguna evaluación de ingreso de por medio. Y como lo que hace la mano lo hace la tras, ellas y ellos mismos han designado a su personal de confianza a partir de sus caprichos personales. Dueños del presupuesto federal, realizan transferencias multimillonarias a la organización que liderara, quien fue defenestrada tras su oposición a la reforma educativa cuando descubriera que le habrían chamaqueado y le habrían dado gato por liebre.

Sin embargo, mientras priva la política sobre la educación, la discusión quedará tan sólo en lo aparente. A los cuestionamientos que realizarán niñas, niños y adolescentes contestaríamos que muchas maestras y maestros, ponderaríamos una educación que promueva la cultura y defienda los valores propios; que haga divertida la adquisición del conocimiento; que vincule conocimientos dispersos y aborde aspectos globales; que contase con la infraestructura adecuada -incluidos talleres y laboratorios- y con los materiales indispensable- para cubrir las necesidades inherentes al proceso de enseñanza aprendizaje; que respetara por igual al personal docente y promoviera una cultura de respeto a los derechos humanos por igual, incluidos niñas, niños y adolescentes; que promoviera y el uso racional de los recursos naturales y el respeto por la madre tierra. Les respondería, que al margen de los políticos y sus declaraciones, a quienes convivimos en las escuelas nos corresponden definir las características que deseamos tenga nuestra comunidad escolar. Tan sólo algunos buenos deseos, para el cierre de año.

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