En este año aumentaron 75 por ciento las solicitudes para poner rejas, plumas o casetas en calles de la ciudad de Puebla, a fin de disminuir la delincuencia, pues se tramitan en promedio cuatro oficios a la semana, mientras que el año pasado solo era uno.
Así lo reveló Gabriel Navarro Guerrero, secretario de Desarrollo Urbano y Sustentabilidad del municipio, quien reconoció que el principal argumento de los vecinos para cerrar el paso es que con ello se sienten más seguros.
Las solicitudes provienen principalmente de unidades habitacionales, fraccionamientos y privadas, aunque también hay unas de calles transitadas en diversas colonias, detalló en entrevista.
El permiso puede prosperar cuando se trata de callejones -donde no pueden pasar autos-, privadas (donde la calle topa con pared), así como en fraccionamientos, sin embargo, es muy probable que sea rechazado para el caso de calles transitadas.
100 denuncias
Para que sea otorgado el permiso, explicó que debe existir un consenso entre todos los que habitan la calle que se quiere cerrar, ya que si algunas personas se oponen, aunque en número sean menos que los que estén a favor, se negará la petición.
Lo anterior porque, constitucionalmente, el libre tránsito es un derecho, mientras que la inseguridad no está reconocida como un entorno generalizado, por lo cual, le asiste el derecho a quienes exigen el libre tránsito.
Ante el incremento de permisos para poner dicho mobiliario, también aumentaron las peticiones para quitarlo, ya que hay vecinos inconformes que presentan denuncias.
Navarro Guerrero señaló que solo en lo que va del año se han recibido al menos 100 quejas contra estos objetos –principalmente rejas y plumas- mientras que en todo el 2016 no se registraron más de 70.
Retiran 15 en 1S
No obstante, puntualizó que algunas denuncias son por otros motivos, como jaulas de estacionamiento que invaden las banquetas, casetas de vigilancia instaladas en espacios destinados para áreas verdes, así como mobiliario que fue colocado sin permiso.
En estos casos, se notifica de la denuncia a quien colocó el objeto y, a partir de recibirla, tiene cinco días para presentar el permiso. Si no lo hace, se clausura, mientras que si en otros cinco días no se tramita un permiso, el mobiliario se retira.
Por este motivo, en el primer semestre del 2017 se retiraron 15 armatostes, especialmente jaulas y rejas.