Las palabras de Antonio Hernández y Genis, titular del Icadep en Puebla, se llevaron la jornada de la primera visita de José Antonio “Pepe” Meade a la Angelópolis. El precandidato tuvo que responder públicamente que Puebla no será negociada y que la votación de la entidad es importante para conseguir la presidencia.

Hernández y Genis es un político con colmillo largo y retorcido, su paso por el Cisen le permite una visión desde un ángulo diferente al de los políticos aldeanos.

He aquí sus palabras en el acto donde se permitió libremente a la militancia expresar sus opiniones frente al aspirante a Los Pinos:

“Tú además de ser economista eres abogado y creo interpretar a todos los que estamos aquí presentes en que queremos nombrarte precisamente nuestro abogado en los altos círculos del partido para que no, otra vez, nos vayan a negociar porque es verdaderamente difícil enfrentarse a esas circunstancias”.

Los oídos de muchos retumbaron en el Centro de Exposiciones. “Otra vez”, significaría que las versiones emanadas de los círculos del poder en el pasado han sido ciertas.

O sea, ¿la sucesión de Marín fu negociada con Moreno Valle para no ser perseguido?

El Presidente Peña Nieto ¿negoció la candidatura de Blanca Alcalá para dejar a Moreno Valle el proyecto de continuidad?

¿Existen acaso acuerdos entre Moreno Valle y alguien más, para maniobrar la votación de 2018 a cambio de no ser perseguido y con ello dejarle operar a favor de la candidatura de su esposa?

El escenario se complica tan sólo por el hecho de que Hernández y Genis haya puesto sobre la mesa el tema de gubernatura negociada “otra vez”.

Y eso deja a la libre especulación que la candidatura del PRI por Puebla no pasará precisamente por las urnas y la voluntad de los ciudadanos, sino por los arreglos en lo oscurito ante el crecimiento de Morena.

A estas alturas, luego del destape de Ricardo Anaya por el Frente, nadie acierta a definir si RMV ha negociado algo con el precandidato emanado del PAN o, si, como se dice en el CEN del partido, lo hará hasta enero, con lo cual las opciones de presentarse fuerte ante quien lo ha derrotado en el proyecto aliancista, le ata de manos.

Y ante eso, bien lo saben los morenovallistas, no le queda menos que negociar entonces con el PRI; con quien siempre ha tenido un puente de plata, para entregarse a la campaña de Pepe Meade a cambio de conservar Puebla y en el camino abrirle un hueco a Ricardo Anaya.

A fin de cuentas, Rafael debe cuidar el siguiente escenario por encima de cualquier posibilidad de ser senador o no, necesita a los diputados locales para cuidarle las espaldas seis años más.

O por lo menos, así me lo parece.

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Video en: https://youtu.be/nfqALop9S6c

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