El desplazamiento que tuvo el exgobernador Rafael Moreno Valle Rosas para ser el candidato presidencial del PAN en 2018 fue por “una especie de karma” de lo que hizo en Puebla y lo que demuestra que “cada quien cosecha lo que siembra”.
Así lo consideró, en rueda de prensa, durante un encuentro con representantes de los medios de comunicación, el rector de la Universidad Iberoamericana Puebla, Fernando Fernández Font, quien agregó que para el exmandatario poblano “fue un golpe muy fuerte” no llegar a ser el abanderado de la coalición “Por México al Frente”.
Mencionó que el grupo político cercano a Moreno Valle “está reclamando” que no hubo democracia al interior del partido, sin embargo, recalcó que el extitular del Ejecutivo estatal se la pasó “imponiendo candidatos”.
“De alguna manera cada quien tiene lo que siembre y lo que cosecha, bien se dice que quien intenta predecir el futuro con una bola de cristal termina cortándose las manos, ahora fue una especie de karma, se le volteó a él mismo esta situación que estaba viviendo”, pronunció.
Bajo ese contexto, el académico calificó como “una pena” el gasto “millonario” que hizo Moreno Valle para promocionarse y al final de cuentas no logró ser candidato, “yo creo que él mismo estará como triste o decepcionado de lo que pasó”.
Candidatos son por dedazo, afirma
Y es que, dijo, terminó por ser más “la maquinaria” del expresidente nacional del albiazul, Ricardo Anaya Cortés, para encabezar el frente conformado por los partidos Acción Nacional (PAN), de la Revolución Democrática (PRD) y Movimiento Ciudadano (MC).
No obstante, también criticó que el exdirigente del PAN sea el posible aspirante a la candidatura presidencial, pues la coalición “no es frente ni es ciudadano”, ya que –sostuvo– Anaya Cortes “se metió, tumbó a Margarita Zavala y logró acuerdos con los otros dos partidos políticos”, esto con el fin de sacar adelante el proyecto, pero con base en sus intereses.
En ese orden de ideas, Fernández Font puntualizó que “da pena” la falta de democracia del estado y del país, pues a su juicio, todos los candidatos son “fruto del dedazo, a través del dedo de la autoridad se definen a los que van a participar en las elecciones”.
Lo anterior, porque ejemplificó el Partido Revolucionario Institucional (PRI) teniendo “tantos” militantes al interior, optó por elegir a un ciudadano fuera del partido, sólo porque simpatiza con dicho instituto político, es decir, José Antonio Meade Kuribreña.
