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De espías, espiados y nuevas denuncias ante la PGR

Rodolfo Ruiz en su columna La Corte de los Milagros, publicada en E-consulta, señala que aunque la intención de la Procuraduría General de la República (PGR) es archivar la denuncia que por espionaje e intervención de comunicaciones privadas se presentó en contra del ex gobernador Rafael Moreno Valle y algunos de sus principales operadores, el asunto podría tomar un segundo aire en los próximos días.

Lo anterior debido a que el abogado José Miguel Jiménez Castillo acudió en los primeros días de noviembre a presentar una nueva denuncia en contra del ex gobernador Rafael Moreno Valle, el diputado federal Eukid Castañón Herrera y el espía Roberto Rodríguez Acosta, acusándolos de intervenir ilegalmente su celular y llamadas telefónicas.

Se sabe que José Miguel Jiménez —quien es hermano de la ex diputada federal panista Blanca Jiménez Castillo y esposo de Mónica Lara Chávez, ex directora del Instituto Poblano de la Mujer en el primer tercio del sexenio morenovallista— acompañó su denuncia de un audio que revelaría que su detención y encarcelamiento por ocho meses en el penal de Cholula fue producto de una maquinación política.

El abogado solicitó que su querella se vinculara a la denuncia que con fecha 24 de agosto de 2017 presentó ante la misma PGR el ex agente del CISEN, Rodolfo Raúl González Vázquez, en contra de Moreno Valle, Eukid Castañón y Roberto Rodríguez por los delitos de delincuencia organizada, intervención ilegal de llamadas y acceso ilícito a equipos de cómputo.

José Miguel Jiménez estuvo preso en el Cereso de San Pedro Cholula entre marzo y diciembre de 2014, acusado de corrupción de menores y manejo ilícito de recursos, delitos que nunca le pudieron comprobar por lo que obtuvo un auto de formal libertad en diciembre de hace tres años.

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El morenovallismo a la deriva

Enrique Núñez en su columna Contracara, publicada en Intolerancia Diario, indica que nunca en la breve historia del grupo que comanda el exgobernador Rafael Moreno Valle vivió una crisis como la que hoy padece.

Tras su fracaso por la candidatura panista a la Presidencia de la República, la incertidumbre y la desesperación se apoderó del morenovallismo.

Lo publicado ayer en la columna Templo Mayor, del Diario Reforma es muy sintomático de lo que sucede al interior de ese grupo.

“SIGUEN saliendo las facturas ocultas que pagó Ricardo Anaya para ser candidato presidencial del frente PAN PRD MC.

Dicen que Rafael Moreno Valle logró una negociación muy ventajosa para sus propios intereses.

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A Moreno Valle solo le queda el PRI poblano de tabla de salvación

Fermín Alejandro García en su columna Cuitlatlán, publicada en La Jornada de Oriente, señala que un escenario que no se debe descartar, por muy descabellado que parezca, es que el próximo año se geste una alianza de facto entre el PRI poblano y ex gobernador Rafael Moreno Valle Rosas, junto con su grupo político, en la cual el morenovallismo le ceda al tricolor la posibilidad de ganar la titularidad del Poder Ejecutivo y muchas alcaldías, a cambio de que la facción del ex mandatario controle la mayoría –aunque sea mínima– de diputados del Congreso local.

En el entorno de importantes priistas y de Moreno Valle se habla de la posibilidad de que se construya el siguiente escenario:

Si la confrontación que existe entre Rafael Moreno Valle y el virtual candidato de la coalición Por México al Frente, Ricardo Anaya Cortés, no se resuelve en las próximas dos semanas, el camino que seguramente tomará el ex mandatario poblano será: entrar en un franco y abierto choque con el ex dirigente nacional del PAN, y al mismo tiempo buscará un acuerdo con José Antonio Meade Kuribreña, el aspirante presidencial priista, para hundir electoralmente el albiazul y hacer un pacto de supervivencia en Puebla, consistente en controlar el Poder Legislativo local.

Me explico:

Ricardo Anaya hasta ahora ha mantenido una actitud de no aceptar ninguna negociación con Rafael Moreno Valle Rosas, pues sabe que el ex gobernador de Puebla es formalmente panista, pero por abajo del agua trabaja a favor de los intereses del presidente Enrique Peña Nieto y por ende, del candidato presidencial del PRI, José Antonio Meade Kuribreña.

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Nicolás Aguilar y los pecados de Norberto

Valentín Varillas en su columna La Tempestad, publicada en Status Puebla, indica que más que por haber cumplido a cabalidad con el deber de salvar las almas de sus fieles, Norberto Rivera, recién jubilado Arzobispo Primado de México, será recordado por haber sido una de las principales cabezas de la protección clerical a sacerdotes involucrados en abusos sexuales en contra de menores de edad.

El éxito de esta penosa cadena de encubrimientos, se debe en buena medida a las excelentes relaciones que supo tejer con lo más granado del establishment político, empresarial y social del país.

Las buenas conciencias, sus herederos e incondicionales, encontraron invariablemente en Norberto un cómplice que les permitió evadir la acción de la justicia de los hombres y de paso, un hipócrita consuelo para sus espíritus en pena.

Como el más alto jerarca de la Iglesia católica mexicana, por décadas negó obsesivamente que Marcial Maciel fuera culpable de los delitos que cometió en contra de decenas de niños y jóvenes inocentes.

El Legionario mayor fue, faltaba más, uno de los mecenas más generosos para la apostólica y romana, lo que le ganó amplia influencia y derecho de picaporte con varios Papas.

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¿Qué trama Peña Nieto para el PRI poblano?

Arturo Rueda en su columna Tiempos de Nigromante, publicada en Diario Cambio, señala que la derrota de Moreno Valle en la carrera presidencial, su pleito personal con Ricardo Anaya y el previsible realineamiento de sus intereses hacia Pepe Meade provocan que la designación del candidato del PRI a Casa Puebla se adentre en una zona de misterio por la ausencia de señales desde Los Pinos. Nadie duerme en el tricolor poblano porque ahí también todo puede pasar.

La ausencia de señales en este punto es una anomalía. En la disputa por la minigubernatura, a esta altura en diciembre de 2015, Blanca Alcalá ya se sabía candidata. Su padrino, Emilio Gamboa Patrón le había abierto la puerta de Los Pinos y poco a poco comenzó a bajar la instrucción al resto de los cuadros que disputaban la nominación, entre ellos Lastiri y Doger.

Con esa confianza, Blanca Alcalá llegó a enero del 2016 investida ‘informalmente’ como candidata, trampa a la que además la atrajeron los medios de comunicación morenovallistas que después la golpearon sin misericordia. Pero el asunto se resolvió en los últimos días de noviembre del 2015.

Ahora, la designación de Meade como candidato no trajo ninguna “pinche” señal para esclarecer entre Enrique Doger Guerrero, Juan Carlos Lastiri, Lucero Saldaña y Jorge Estefan Chidiac. En ese cuarteto cada uno tiene razones para pensar que puede ganar la nominación pese a lo que digan las encuestas.

A Lastiri le favorece ser el potencial beneficiario de una negociación de Meade con Osorio Chong para apaciguarlo tras perder la candidatura presidencial aunque era el mejor posicionado en las encuestas. La posibilidad se ve remota dada la nula competitividad del zacatleco quien desperdició la última oportunidad que le dio el presidente al nombrarlo representante de la Federación en la reconstrucción del sismo del 19-S.

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Los Amarres de Mario Marín y Enrique Doger (y Maximiliano, el Nieto Austriaco del ex Gobernador de Puebla)

Mario Alberto Mejía en su columna La Quinta Columna, publicada en 24 Horas Puebla, indica que hay un viejo debate: ¿quién imita a quién: la ficción a la realidad o la realidad a la ficción?

El capítulo 143 de mi novela Miedo y Asco en Casa Puebla —“Mario y Nadia, Más Allá de la Nieve, entre 2010 y 2017”— habla de que Mario Torrín Mares, ex gobernador de Puebla, va a tener un nieto que podría ser el nuevo Maximiliano de Habsburgo.

En la vida real, el ex gobernador Mario Marín Torres será abuelo en enero de 2018 de un niño que se llamará Maximiliano o Maximilian, y que habrá de nacer en Viena, Austria, en aras de que obtenga la nacionalidad austriaca.

El debate en estos momentos es cómo se llamará el hijo de Mario Marín García y Nadia Ludmer: Maximiliano o Maximilian.

Eso sí: Maximiliano o Maximilian llevará los apellidos Marín Ludmer.

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