Tras la muerte de cuatro mujeres, un joven y un bebé durante una balacera entre presuntos criminales y policías, el pasado 30 de noviembre en Temixco, Morelos, familiares y activistas han acusado una “masacre” donde las autoridades también fueron responsables.
En un caso que ha levantado polémica e indignación en la sociedad morelense, los cuestionamientos sobre la actuación de la Comisión Estatal de Seguridad Pública se incrementaron luego de que, este lunes, un juez de control señaló mentiras en la versión de los elementos que participaron en el operativo.
Por lo anterior, dejó en la libertad a los cinco presuntos delincuentes detenidos en el operativo y acusados de tentativa de homicidio en contra de los policías.
Y es que, de acuerdo con el juez Job López Maldonado, los dictámenes en materia de balística indican que “los casquillos encontrados en la vivienda”, a donde pretendía irrumpir los policías, “no coinciden con las cinco armas largas que pusieron a disposición del ministerio público”.
Peritaje indica alteración de evidencias
El impartidor de justicia remarcó que “el perito en materia de criminalística refiere que hubo forzadura de chapas, alteración de las evidencias, hay huellas de saqueo y hubo robo”.
Por su parte, el peritaje posterior demostró que las armas de los policías que declararon como participantes del operativo “no están disparadas” y en la escena se encontró una pistola 9mm que tampoco fue accionada; además, el policía Pedro “N”, quien afirmó haber sido herido de bala, no presentó marcas en su cuerpo y su chaleco está intacto.
En cambio, en la escena se encontró la huella dactilar de un policía distinto a los declarantes, identificado como Efrén “N”, por lo que se presume que los policías que fueron puestos a disposición de la Fiscalía General del Estado (FGE) de Morelos, no son quienes participaron en la balacera.
Víctimas tenían tiro de gracia, acusan
Según la versión sostenida por la Comisión de Seguridad Pública estatal, sus elementos se vieron forzados a repeler los disparos que venían desde la vivienda, a donde acudieron por un reporte ciudadano que la señalaba como casa de seguridad de secuestradores.
Sin embargo, tras el hecho, el novio de una de las víctimas aseguró que las seis víctimas tenían “tiro de gracia”.
Esta versión también ha sido difundida por la Coordinadora Morelense de Movimientos Ciudadanos, que dijo a Sin Embargo, que el operativo “fue una masacre sin duda alguna” porque “no se cumplió con ningún protocolo y algunos de los hoy occisos tenían el tiro de gracia, aunado a que “entraron a la casa sin ninguna orden de cateo”.
En este lugar, el MP reportó el levantamiento de los cadáveres de un bebé de dos meses, de las cuatro mujeres (de 67, 27, 40 y 22 años de edad, respectivamente), y al final, de un menor de 13.
Este séxtuple homicidio, que también ha sido calificado como “ejecución extrajudicial”, se da en medio de 731 homicidios en la entidad (514 catalogados como dolosos), de acuerdo con el conteo anual del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (Sesnsp).
Editado por Luis Alberto Palacios