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El Frente se enfrenta

Raymundo Riva Palacio en su columna Estrictamente Personal, publicada en El Financiero, señala que las alas del Frente Ciudadano por México están cansándose y las señales son que no sobrevivirá el año. Los síntomas de lo que parece ser una enfermedad terminal los reveló uno de los dos potenciales candidatos a la presidencia por esa incipiente coalición, Miguel Ángel Mancera, jefe de Gobierno de la Ciudad de México, quien dejó entrever que dos de los tres socios en el Frente están pensando dejar fuera al PRD. Al responder una pregunta en El Foro Político organizado por EL FINANCIERO, sobre la posibilidad de que el PRD y Movimiento Ciudadano decidieran jugar con una candidatura conjunta excluyendo al PAN, Mancera sorprendió a todos con la respuesta. Lo que he escuchado, reviró, es que son ellos dos los que están hablando para aliarse sin el PRD, en la candidatura presidencial.

¿Han traicionado a Mancera y al PRD? El jefe de Gobierno capitalino eludió responder la pregunta. “La gente cambia de opinión”, contestó. ¿Por qué tendría que cambiar de opinión? En eso ya no abundó Mancera, pero con sus declaraciones ha establecido los términos de un eventual rompimiento. La primera señal fue cuando declaró hace ya casi un mes que el método de selección del candidato debía incorporar a los ciudadanos, que evolucionó a una postura más incisiva. “Ni imposición ni dedazo”, ha dicho en dos ocasiones. Apurado a precisar a qué se refería, Mancera dijo que a una decisión donde el candidato se decidiera en forma cupular de acuerdo con el peso electoral del partido. Es decir, que la candidatura fuera para Ricardo Anaya, el presidente del PAN.

Anaya y sus voceros han planteado en la mesa de negociación del Frente que así tiene que ser y que la candidatura sea para el partido que más posiciones políticas tiene en el país. El PAN gobierna a 41 millones de mexicanos en 10 estados, además de encabezar casi 25por ciento de las presidencias municipales. El PRD gobierna en cuatro entidades, pero ninguna de ellas se encuentra dentro de los seis estados con mayor peso electoral, salvo la Ciudad de México, donde a nivel delegacional y legislativo perdió el control ante Morena en 2015.

La insistencia de los panistas a que el candidato se decida cupularmente motivó otra declaración de Mancera el martes, donde propuso que no sólo Anaya, sino cualquier otro candidato a la presidencia, se sometiera a un examen de control de confianza –“para eliminar opacidad y dar certeza a los ciudadanos”, dijo–, al polígrafo, un examen médico, y que divulgue todos sus bienes patrimoniales –“para que después no vengan con sorpresas durante la campaña”–, añadió el gobernante capitalino. Esta declaración fue frontal contra Anaya, pero Mancera lo negó en El Foro Político, aunque insistió en que debería ser una exigencia moral para cualquier candidato.

Anaya, que ha sido criticado en la prensa por operaciones inmobiliarias opacas y ha sido señalado de haber aprovechado cargos en la administración pública para beneficiar a su familia política, era el objetivo de las palabras de Mancera, pero no dio acuse de recibo. Tampoco envió ninguna señal a su socio electoral por haberse reunido el viernes pasado con Margarita Zavala, con quien se enfrentó Anaya hasta que renunció al PAN, y con Rafael Moreno Valle, el exgobernador de Puebla que aspira la candidatura presidencial. Sólo silencio ha recibido Mancera de Anaya. Un tratamiento similar ha sido aplicado también por el presidente de Movimiento Ciudadano, Dante Delgado, el tercer socio de la coalición frentista.

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Nuño, candidato del PRI

Leo Zuckermann en su columna Juegos de poder, publicada en Excélsior, indica que la decisión de quién será el candidato del PRI a la Presidencia la tomará Peña. Sólo su opinión contará. No obstante, muy al estilo priista, está enviando señales que pueden darnos una idea de por dónde anda su ánimo. Sin tener ningún tipo de información confidencial, le entro al juego de adivinar hacia dónde apuntará el dedo presidencial: creo que escogerá a Aurelio Nuño. Explico por qué.

Son cuatro los posibles aspirantes priistas: Osorio, Meade, Narro y Nuño. Descarto, de entrada, al secretario de Gobernación. Peña sabe que los dos temas más importantes de la elección serán la inseguridad y la corrupción. Ambos asuntos le sientan mal a Osorio.

Por un lado, ha sido el encargado de la seguridad pública de este gobierno con resultados desastrosos. 2017 será el año más violento de los últimos veinte. El saldo de muertos del sexenio de Peña será mayor al de Calderón. Ayer, el secretario de Gobernación compareció en el Senado y recurrió al viejo expediente de echarle la culpa a los gobiernos locales. Imaginémoslo en campaña siendo criticado todos los días por su mala actuación en esta materia. Por otro lado, estos días se ha publicado cómo constructores de Hidalgo se han visto beneficiados con muchas obras federales este sexenio. Ya sabíamos, gracias a un reportaje de Proceso de 2015, que uno de ellos, que antes era gallero y se convirtió en constructor cuando Osorio fue gobernador de ese estado, es el que le renta una casa en las Lomas al hoy secretario. Este tipo de historias podrían ser kriptonita para un candidato priista en una elección donde la percepción de honestidad será fundamental para ganar.

Por eso, descarto a Osorio. Quedan tres. Empiezo con Meade. Ayer ocurrió un evento significativo. Frente al cuerpo diplomático acreditado en México, el secretario de Relaciones Exteriores, el hombre más fuerte de este sexenio, se deshizo en halagos por el secretario de Hacienda. Lo comparó nada menos que con el Presidente que fundó el PRI, Plutarco Elías Calles. Dijo Luis Videgaray: “Bajo el liderazgo de José Antonio Meade, hoy México tiene rumbo, tiene estabilidad y claridad en las decisiones de la política económica (…) Es uno de los mexicanos más talentosos y preparados, con una trayectoria impecable, y que ha sido protagonista de una de las transformaciones de los éxitos de la política pública en México, en las últimas décadas”. Parecería un predestape en voz del secretario más cercano del Presidente.

Hoy, se habla de Meade por todos lados. En las apuestas, los momios están a su favor. Existe una verdadera cargada que ya lo ve no sólo como candidato, sino como Presidente. Los empresarios, en particular, lo ven con buenos ojos. El líder empresarial, Claudio X. González Laporte, hace unas semanas afirmó que el PRI había mejorado sus posibilidades al haberle quitado los candados a la candidatura de Meade. Parecería, entonces, que es un mero trámite el dedazo a favor del secretario de Hacienda.

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¿Quitándole la capucha a Meade?

Joaquín López Dóriga en su columna En Privado, publicada en Milenio, señala que para algunos, la verdad es un instrumento. Florestán

Cuando estamos a días de que el presidente Enrique Peña Nieto reciba a quien será el candidato del PRI para decirle las palabras mayores, ya solo alcanzo a ver a un secretario que las vaya a oír.

De él habló ayer, en forma inusitada, Luis Videgaray, al presentar en la Secretaría de Relaciones Exteriores a su antecesor en la cancillería y sucesor en Hacienda, José Antonio Meade, a quien el Presidente ha llevado de la mano de esa Cancillería a la de Desarrollo Social a la de Hacienda y a lo que venga ya.

Videgaray, frente al Cuerpo Diplomático acreditado ante el gobierno mexicano, lo introdujo como su ponente de lujo:

Es para mí un honor presentar a uno de los mexicanos más talentosos, más preparados, con una trayectoria impecable y que ha sido protagonista de las transformaciones y de los éxitos de la política pública en México en las últimas décadas. El único mexicano, junto con Plutarco Elías Calles, en haber ocupado cuatro secretarías distintas en dos gobiernos diferentes y que hoy conduce con gran inteligencia, disciplina y, sobre todo, patriotismo y visión de Estado, la política macroeconómica de México.

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¿No que no…? ¡El dictador AMLO!

Ricardo Alemán en su columna Itinerario Político, publicada en Milenio, indica que es posible que recuerden que los legisladores de Morena fueron los más críticos de que el titular de la PGR se convirtiera, de manera automática, en el fiscal general.

A eso le llamaron “fiscal carnal” y fue motivo de una madriza gratuita al gobierno federal y al propio Peña Nieto.

Posiblemente recuerdan que una de las críticas más recurrentes a Morena y a López Obrador es que —por la vía democrática— pretende destruir no solo las instituciones, sino la democracia misma.

Todo ello a pesar de que la claque de AMLO muestra, hasta el cansancio, su adoración a Nicolás Maduro y a las dictaduras venezolana y cubana.

Pues resulta que el propio López Obrador se encargó de confirmar que en su hipotético gobierno promoverá “un fiscal carnal” y que por la vía de la represión a enemigos y adversarios propone instaurar una dictadura al mejor estilo venezolano.

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Bullying de Mancera a Anaya

La columna Bajo Reserva, publicada en El Universal, señala que ahora que está de moda el bullying entre los políticos, el presidente del PAN y aspirante a la candidatura presidencial, Ricardo Anaya, bien podría presentar una queja de oficio contra el jefe de Gobierno de la CDMX y también aspirante presidencial, Miguel Ángel Mancera. Don Miguel Ángel lanzó el martes un dardo envenenado al proponer que quien quiera ser el candidato presidencial del Frente Ciudadano por México tiene que declarar todos, pero toditos sus bienes, y peor aún, someterse al detector de mentiras. Son dos temas con los que don Ricardo ha tenido algunos problemillas últimamente. Aunque Mancera no dijo nombres, ni que su propuesta tuviera dedicatoria, más de uno supo quién podría tener problemas para pasar esos dos exámenes. ¡Ni de panzazo!, dirían los que conocen al chico azul.

Barrales, va por default

Y a propósito del Frente Ciudadano por México, nos dicen que el PAN enfrenta un contratiempo: no tiene candidato o candidata para que compita con Alejandra Barrales, la presidenta del PRD, por la candidatura del Frente para la Ciudad de México a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México. Nos aseguran que los panistas nunca se imaginaron, como bien dice el lugar común, que podría ser necesaria una elección para definir al aspirante azul. La idea desde el principio era: la presidencial para Ricardo Anaya y el gobierno capitalino para Barrales y tutti contenti. El problema vino cuando le salieron a don Ricardo algunos competidores, con los que tendría que medirse para obtener la candidatura, y ahora se necesita que algún panista le haga la competencia a doña Alejandra, y al parecer no hay quien quiera hacer el sacrificio. Xóchitl Gálvez, nos dicen, no es opción y los panistas capitalinos más destacados buscarán en 2018 caminos en el Senado, la Cámara de Diputados, diputaciones locales o jefaturas delegacionales, a las que no podrían tener acceso si compiten por la jefatura de la CDMX. Así que Barrales podría ganar por default o ser una candidata de consenso.

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La columna Trascendió, publicada en Milenio, indica que en su comparecencia de cinco horas y media, el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, guardó las formas ante la mayoría de críticas de senadores al modelo de seguridad y la corrupción, aunque sí levantó la voz para refutar a la senadora petista Layda Sansores, quien cuestionó la actuación de las fuerzas armadas.

Al término de la comparecencia, un grupo de senadores priistas hizo una valla para que saliera el funcionario, a quien algunos detractores del gobierno federal se acercaron para intercambiar palabras y sonrisas, entre ellos la perredista Angélica de la Peña y hasta la propia Sansores, que le dio un beso y le dijo que sus reproches no son cosa personal.

Que el Grupo de Amistad México-Armenia de la Cámara de Diputados aplazó de forma indefinida su reunión para conocer y votar el informe de la visita oficial que Blanca Margarita Cuata y Carlos Hernández Mirón, de Morena, así como María Cristina Bravo, del PRD, hicieron a la República ex soviética, provocando un conflicto diplomático con Azerbaiyán.

Según el presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores en San Lázaro, Víctor Giorgana, los legisladores han expresado “de manera personal” su pena por el incidente al incursionar en el territorio de Nagorno-Karabaj, pero ninguno ha ofrecido la disculpa pública y en términos formales que solicitó la representación azerbaiyana como desagravio.

Que en la ceremonia de la celebración del 25 aniversario de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad, su titular, el doctor José Sarukhan, tuvo un emotivo momento al recordar y enumerar los logros de la institución que él mismo fundó y ha visto crecer.

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