Columnistas-VeronicaMastretta

El aspirante a la candidatura presidencial independiente Pedro Ferriz de Con promovió ya una acción jurídica el viernes pasado ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (Tepjf) para demandar respuesta del Instituto Nacional Electoral (INE) a su solicitud de que cualquier ciudadano pueda descargar la aplicación móvil para dar su apoyo a las candidaturas independientes desde cualquier computadora y no solo desde un teléfono inteligente. Hasta donde leí, también promueve que se puedan recabar las firmas de manera directa con papel, pluma y adjuntando la firma y la copia de la credencial de elector sin la mediación de una aplicación electrónica. Dada la diversidad del electorado mexicano y la dispareja disponibilidad de herramientas electrónicas según las zonas del país, esto debiera ser lo indicado. Desde el 29 de octubre pasado Ferriz de Con solicitó al Consejo General del INE abrir las variantes mediante las cuales se obtienen las firmas, pero hasta el día 4 de noviembre el Consejo ha ignorado la petición incurriendo en omisión . Quizás por eso ahora está dando el paso de presentar una acción jurídica ante el Tepjf.

No solo Pedro Ferriz ha señalado las enormes fallas de la app que el INE contrató para reunir las firmas. No hay un independiente que esté conforme con las complicadas reglas del juego que el INE puso sobre la mesa. .

La semana pasada escuché una entrevista a un candidato independiente que busca una diputación local en un distrito urbano de la ciudad de Puebla. Es un muchacho de 26 años, con grupos de amigos jóvenes y familiarizados con todas las tecnologías de teléfonos inteligentes, por lo cual es de suponer que el universo de electores entre los que él buscará las firmas tiene acceso a los teléfonos desde los que se puede utilizar de manera razonablemente efectiva la app del INE. Él necesita para la diputación local seis mil firmas, pero al narrar lo complejo y tardado del proceso, nos damos cuenta de que le será bastante difícil lograrlas, aunque en su caso, no imposible .Pedro Kumamoto también está en la búsqueda de firmas para una candidatura a diputado federal. Él mismo, que ya obtuvo y ganó una diputación local en Jalisco con el método de recaudación de firmas a mano, está encontrando complicado reunir las firmas con la aplicación electrónica. Se supone que todo el proceso para obtener la firma electrónica desde un teléfono no debe de tardar más de un minuto y medio, cuando mucho dos. Sin embargo todos describen perfectamente bien las fallas del sistema que extienden ese tiempo promedio hasta once minutos si bien les va.

El solo hecho de que el INE haya restringido la captura de firmas a los teléfonos inteligentes es discriminatorio y hasta donde me explica un jurista, también anticonstitucional. Si para la búsqueda de firmas en un distrito urbano en el que el internet es rápido y hay muchos teléfonos aptos para la operación, ésta tarda mínimo once minutos, qué se puede esperar de las firmas que se requieren para candidaturas federales de diputado, senador o presidente de la república, que requieren las firmas de sectores en que las herramientas electrónicas no se tienen. Las firmas para la candidatura presidencial tiene que juntarse en 17 estados y en muchos distritos en los que el internet es de mala calidad o de plano inexistente.

En países como Chile o Argentina las candidaturas independientes son posibles porque una vez registrado un candidato, de manera directa los interesados en apoyarlo acceden a la página del instituto electoral y hacen el trámite de firmar en línea con sus claves de acceso. De manera directa y sin ninguna complicación, como quien paga un servicio o una multa por internet. No se requiere ni la ayuda ni la intervención de representantes de los aspirantes para realizar el trámite. Un reglamento no puede estar por encima de un derecho constitucional elemental y esta aplicación diseñada para el INE al parecer lo está. Aunque el Tepjd ya se pronunció hace días a favor de la legalidad del uso de la aplicación del INE y también sobre el proceso para solicitar excepciones a su uso en zonas marginadas, ahora tendrá que responder sobre los argumentos de inconstitucionalidad presentados por Ferriz de manera formal ante el TEPJD. También, junto con otros candidatos, ha solicitado que mientras esto se resuelve se cree una comisión temporal ante el Consejop General del INE para dar seguimiento al proceso de recaudación de firmas, en la que los representantes de los candidatos independientes puedan tener un representante como forma de subsanar la falta de diálogo que el INE ha mostrado hacia ellos, ignorando sus peticiones y no respondiendo a ellas en algún sentido de man era ágil y eficaz. En síntesis el consejero presidente y su consejo están actuando como si la virgen les hablara ante las quejas de los independientes con respecto a los métodos de recaudación de firma y la ineficacia de su app.

Será interesante ver qué contesta el tribunal ante el argumento de que el permitir la descarga de la aplicación solo a los auxiliares de los aspirantes a las candidaturas independientes es poner un obstáculo directo entre el elector que quiere apoyar a alguien y el INE. Es como si para hacer un pago o una operación en línea del predial o el agua, usted necesitara el apoyo presencial e ineludible de una tercera persona debidamente acreditada mediante un registro previo ante el ayuntamiento, mediando en su operación entre la institución y usted. O como si para tramitar su credencial de elector usted necesitara la asistencia presencial del personero de algún partido político. A esas figuras de intermediación entre una institución gubernamental y el ciudadano se le conoce en México como “coyotes”. Efectivamente, el INE ha institucionalizado la asistencia de un coyote, por bien intencionado y confiable que este sea, a la hora de recaudar las firmas.

Y mientras el tiempo corre, como siempre, a favor de los partidos, que de por sí cuentan con todas las ventajas posibles sobre cualquiera de las candidaturas independientes violentando un principio fundacional del INE que es la equidad. De ese tamaño fue el deseo de los legisladores partidistas de impedir que funcionaran. La pinza final la está cerrando el INE con una aplicación limitativa e ineficaz. Y es que entre menos burros-dice el dicho- más olotes.

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