Poblanos recuerdan a sus muertos y fortalecen tradición pese a delincuentes
Poblanos recuerdan a sus muertos y fortalecen tradición pese a delincuentes. Foto: EsImagen

 

Poblanos recuerdan a sus muertos y fortalecen tradición pese a delincuentes
Poblanos recuerdan a sus muertos y fortalecen tradición pese a delincuentes. Foto: EsImagen

Entre flores y música, cientos de familias de poblanos se reunieron en el Panteón Municipal para recordar a sus difuntos, quienes –según la creencia– los visitaron en está celebración de Día de Muertos, pese a que la delincuencia empañó el festejo.

Desde temprana hora, la señora Margarita González acudió al panteón que abrió sus puertas por primera vez en 1880, ahí se reunió con sus hijos y nietos para adornar la tumba que guarda los restos mortales de su esposo, quien –dijo– después de disfrutar su “molito” regresará al mundo de los muertos.

La tradición y el recuerdo de las personas –dice– deben seguir, aunque este año solo le haya alcanzado para ponerle “su frutita y un molito“.

Mientras a lo lejos un grupo de mariachis entona “Amor Eterno”, la señora Vicky plática que a su mamá le gustaba poner la ofrenda “grande, grande”, sus ojos se humedecen mientras trae a la mente recuerdos de los días en que convivió con ella, pues aún la extraña.

Asegura que en su ofrenda gastó más de mil 500 pesos, pero eso no importa, porque lo relevante es haber colocado una ofrenda como a la que su mamá le gustaba, con el dulce de calabaza, de tejocote, las hojaldras y la fruta.

En tanto, sus hermanas arreglan cuidadosamente la tumba, mientras le dicen a sus nietas lo importante que es que no se pierdan tradiciones y recuerden a sus familiares aunque sea una vez cada año.

Las hermanas Santos Flores ponen incienso para que los espíritus de sus familiares encuentren el camino de Dios, que es hacia la derecha, aseguran, mientras ellas rezan y arreglan la tumba.

“Está tradición reúne a familias, los que hoy estamos vivos cuidamos de los que están descansando, lo enseñamos a nuestros hijos para que después ellos nos cuiden, porque está (señala la tumba) es nuestra última morada“.

Como ellos, cientos de familias estuvieron presentes en el Panteón Municipal, la mayoría percibe que la tradición se está recuperando, pues a diferencia de otros años vieron más ofrendas y más gente arreglando sus tumbas.

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Sismo de 19 de septiembre dejó afectaciones

Todos los poblanos fueron ayudados a llevar agua y a limpiar las criptas por niños, jóvenes y adultos que pedían una cooperación voluntaria; uno de ellos, cuenta que la jornada es larga y pesada y, aunque se niega a revelar cuánto logra ganar, dice que lo que más le gusta es que sus clientes siempre quedan satisfechos por su trabajo y algunos le llegan a dar hasta 100 pesos.

“Se levanta la tierra, se lavan los floreros, se quita el pasto, se lava la capilla, con el temblor las tumbas se hundieron, entonces hay que llevarlas de tierra, emparejarlas y dejarles su bordo y molde”, explica.

También asegura que, con el sismo del 19 de septiembre, varias capillas quedaron afectadas, pero ya están siendo reparadas, menos la de la Familia Bello, que perdió la cúpula de su capilla, pero los dueños no la han reparado hasta el momento; además, indica que la zona de la cuarta sección fue la más dañada, porque ahí se cayó 25 metros de barda.

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Delincuencia se hace presente

Afuera del camposanto, también hubo decenas de vendedores, desde los que ofrecían una ramita de ruda “para el aire”, cigarros, veladoras, botes, flores, antojitos mexicanos y veladoras hasta productos de fayuca como tenis, gorras y ropa para perro.

Ahí los ciudadanos acusaron ser víctimas de “carteristas“, pese a que frente del panteón había presencia de policías municipales.

“Me abrieron la bolsa, otra señora dice que le robaron su monedero, ¿qué es eso?, ¿qué les pasa? ya no respetan nada”, decía una señora mientras se acercaba a los policías; “nada más sentí que me jalaron la bolsa”.

También el señor Julián López, quien se dedica desde hace 14 años a vender aguas y antojitos afuera del mercado en la temporada de Día de Muertos, asegura que la madrugada de este jueves 2 de noviembre, delincuentes se llevaron parte de su mercancía y mobiliario.

“Son unos sinvergüenzas, se llevaron refrescos, 30 sillas, mis luces, cables, de nada sirve que estén los policías se hacen pasar por los dueños y ya no les dicen nada, pero ni modo”, acotó.