80 calaveras de cartonería se alistan para la procesión tamalista de Puebla
80 calaveras de cartonería se alistan para la procesión tamalista de Puebla. Foto: Facebook

 

80 calaveras de cartonería se alistan para la procesión tamalista de Puebla
80 calaveras de cartonería se alistan para la procesión tamalista de Puebla. Foto: Facebook / Los Tamalistas

El 2 de noviembre en la tarde-noche, por onceavo año, 80 calaveras de cartonería de 3 metros cada una encabezarán la procesión independiente más grande de Puebla para “echar fiesta” en un evento que la gente ya hizo suyo.

“Nosotros salimos con nuestros tres títeres, solos, sin un alma en el zócalo, no se hacía nada”, recuerda Isaías Bretón, quien forma parte de Los Tamalistas, colectivo que nació en 2006 como proyecto de resistencia cultural gastronómica.

La idea fue de su amigo Daniel Bello y el nombre con la que lo bautizaron es simple: su familia se dedica al negocio de los tamales, oficio que buscaban reivindicar. Un pequeño grupo de amigos decidió comenzar el proyecto que ha logrado crecer por el simple gusto de amar lo que hacen y llegar a las personas de otra forma.

Primero era un café-galería, pero luego, amigos de distintas disciplinas se fueron uniendo y nacieron las ideas de los títeres de cartonería, teatro, poesía, performances, artes circenses, porque es un festival incluye, enfatiza.

Entonces decidieron llevar el Día de Muertos, una de las fiestas más importantes del país, a toda la gente mediante el Festival Tamalista del Día de Muertos, a través de talleres, principalmente el de cartonería, pues con éste arranca –en agosto– y concluye –2 de noviembre— para que la persona que quiera sumarse elabore su propia calavera y se “adueñe” de esta celebración.

En Comala, ubicado en el barrio El Alto, precisamente donde está el “corazón” de este proyecto, Sandra se encarga de enseñar a los participantes a hacer estos títeres que, ya montados, miden hasta 3 metros y pesan unos 7 kilos.

 

El placer de la cultura

Es también Comala la casa de algunos títeres que se quedan durante casi un año guardados para “darles una manita de gato” y estén listos para danzar junto con los nuevos en el esperado 2 de noviembre; este año se espera que haya 10 más, que se unirán a los 70 que hay para que juntos salgan de la avenida 22 Oriente, número 2005 y regresar al mismo lugar.

“Cada quien hace su calavera, se hace una convocatoria abierta, con horarios y quien quiera. Es gratuito. Tratamos de conseguir todo el material porque no se cobra, se hace una colecta, no manejamos dinero, todo es trueque (…) a veces a alguien le sobra aceite, o le sobra cartón, papel, alambre, tubos, la gente va cooperando, nosotros conseguimos lo demás”.

Es así como, desde hace 11 años, ha marchado el festival, sin otro fin lucrativo que el de centralizar la cultura, para demostrar lo que se puede hacer si hay organización sin tener que depender de algún organismo de gobierno,

A pesar de que la burocratización les cierra unos espacios, ya que este año el teatro José Recek Saade no fue sede, cuentan con conocidos que están dispuesto a ayudarlos para no dejar morir el festival, por ejemplo –comenta Isaías– un amigo ayudará con la música de procesión y será quien convocará a gente que tenga tarolas y trompetas, mientras que otro se encargará de organizar a la comunidad ciclista, es decir, “cada grupo va jalando su gente y así nos vamos sumando”.

 

“Somos tamalistas”

El 31 de noviembre, en la Casa de Cultura Xonaca tocarán seis bandas en las ya conocidas “fiestas tamalistas”, con el fin de recaudar dinero para cubrir los gastos, sobre todo del audio.

El 1 de noviembre, habrá taller de danza, más tocadas y diálogos con la muerte, para que el 2 de noviembre siga la música, que de 6 a 8 de la noche se trasladará a las calles de Xonaca para que las calaveras hagan gala en compañía de aquellos que también quieran desfilar en la procesión y no un simple desfile.

La invitación es que lleven un atuendo calavérico o, una velita, aunque esto no se ha logrado por completo, reconoce Isaías, quien risueño señala que todavía hay algunos perdidos con Halloween, pero, como sea, van.

Dentro de pocos días, Sandra, Isaías y Daniel tendrán aproximadamente seis meses para descansar y luego, preparar la edición de 2018, porque esto lleva su trabajo que se reditúa no con dinero, sino con el grito de la gente reunida en la procesión el Día de Muertos gritando “Somos tamalistas”.

“Lo más bonito es que la gente se lo apropió. La vibra está bien sabrosa. Lo siente suyo y lo defiende como tal. Ese amor que ha crecido, es una familia enorme, exactamente el 2 se siente la hermandad bien bonita”, concluye Isaías.

festival-tamalista

festival-tamalista

festival-tamalista

mapa-casa-cultura-xonaca