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En 2016, se duplican fenómenos naturales que afectaron a Puebla. Foto: Ángel Flores/EsImagen

Durante 2016, Puebla sumó 612 fenómenos naturales, colocando a la entidad en el número 10 a nivel nacional y cifra que es 102 por ciento mayor que la del año anterior, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

Cifras del Censo Nacional de Gobierno, Seguridad Pública y Sistema Penitenciario Estatales de 2017 (con datos del año pasado) indicaron la necesidad de difundir esta información para conocer qué fenómenos afectan a entidades para que autoridades, como Protección Civil (PC), generen acciones y atiendan el cambio climático.

Datos del precisaron que de los 612 registrados, 189 corresponden a siniestros, generados por la incidencia de fenómenos en alguna instalación que a su vez pueda causar daños a una comunidad.

Los otros 423 fueron por emergencias, es decir que situaciones anormales que causen daño a la sociedad y propicien un riesgo excesivo para la seguridad de la población.

Puebla concentra 1.9% del total

Mientras que, en 2015, cuando Puebla se posicionó en el lugar 11 con los 302, 169 fueron por siniestros y los demás, 133, por emergencias.

A nivel nacional se registraron 32 mil 320, es decir que Puebla concentró el 1.9 por ciento.

La lista la encabezaron Michoacán con 7 mil 230; Veracruz con 5 mil 589; Jalisco con 5 mil 492; Guerrero con 5 mil 100; Campeche con mil 764; Querétaro con mil 610; Zacatecas con mil 402; San Luis Potosí con mil 65 y Yucatán con 928.

Al final de la lista se colocaron Nuevo León y Colima con uno, Tabasco y Coahuila con dos cada uno; así como Tamaulipas, Quintana Roo y Baja California Sur con tres.

De acuerdo con la Cámara de Diputados, los fenómenos perturbadores pueden ser geológicos, como sismos, erupciones volcánicas, los tsunamis o maremotos; hidrometeorológicos: huracanes, inundaciones pluviales, tormentas de nieve, granizo, polvo, electricidad, heladas, sequías y ondas gélidas y cálidas.

Así como químico-tecnológico: incendios, explosiones, fugas toxicas y radiaciones; sanitario-ecológico, donde están las grandes concentraciones o movimientos masivos de población y, de riesgo que es la posibilidad de que se produzca un daño, ocasionado por un fenómeno perturbador.

 

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