James Bradley Jr., el hombre que conducía el camión que fue hallado con 10 inmigrantes muertos por asfixia –siete de los cuales eran mexicanos– el 23 de julio en Texas, se declaró culpable por un cargo de conspiración para tráfico de personas.
Así lo informó la Oficina del Fiscal del Distrito Oeste de Texas, en Estados Unidos, y refirió que Bradley aceptó que, en tal fecha, resolvió transportar “de forma imprudente” extranjeros indocumentados para obtener ganancias financieras, lo que provocó el deceso de una decena.
“La admisión de culpabilidad del señor Bradley ayuda a cerrar la puerta sobre uno de los responsables de causar la trágica pérdida de vidas humanas y el estrago causado en aquellos que sobrevivieron al incidente”, comentó Shane Folden, agente del Departamento de Seguridad Nacional.
Ahora, el imputado permanecerá bajo custodia federal hasta que se dicte la sentencia, lo cual está programado para el próximo 22 de enero.
Cabe recordar que dicho camión, abandonado por Bradley en el estacionamiento de un centro comercial en la ciudad texana de San Antonio, transportaba a 30 personas en su caja seca, apiñadas y sin oxígeno suficiente, a temperaturas de 37 grados centígrados.
Asimismo, tras el hecho, se reportó que Javier Herrera, joven poblano de 25 años, originario de Tacopa, municipio de Atempan, era uno de los 7 migrantes mexicanos muertos.
Editado por Luis Alberto Palacios