La jefa de la Misión de Estabilización en Haití (Minustah), Sandra Honoré, dijo que “tras 13 años y medio” de trabajo, el país goza de mayor estabilidad y padece menos inseguridad”, por lo que anunció el fin de su estancia; sin embargo, ONU no saldrá del país.
La integrante de Naciones Unidas destacó que la población ya no es rehén de pandillas y que el número de policías ha incrementado a 14 mil, además de que su capacidad también ha crecido considerablemente, aunque aseveró que es necesario el esfuerzo de la población haitiana con el fin de que la estabilidad política perdure.
De acuerdo con el reporte de la institución, gracias a la misión que terminará en breve, los niveles de secuestro han disminuido hasta en un 95 por ciento en la última década, los niveles de homicidios son los “más bajos” desde 2013 y se brindó financiamiento a 2 mil 250 proyectos.
La Minustah habrá de terminar el próximo 15 de octubre de 2017, lo que no significa que ONU deje el país, pues a partir de su vencimiento, entrará en vigor el Apoyo a la Justicia en Haití (Minujusth), que se encargará de la consolidación de instituciones y temas como los derechos humanos.
Minujusth tendrá un período inicial de seis meses y estará compuesta por 295 oficiales de policía. La justificación del establecimiento de este nuevo cometido es que algunas elecciones regionales se han quedado “estancadas”. De la nueva misión, Honoré espera que consolide el Estado de derecho.
Sin embargo, la presencia de la ONU en el país es cuestionable, ya que poco se puede presumir del avance en temas de salud y seguridad alimenticia, dos de las razones que han ocasionado la migración de sus nacionales al exterior.
Recientemente, Unicef, la agencia de la ONU especializada en los menores de edad, dio a conocer que luego del paso del huracán Mathew, los niños son vulnerables a sus efectos e informó que tienen registro de 7 mil casos de desnutrición.