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Luisa Tirzo/Diario Cambio

Crescencio López se robó la indemnización por 270 mil pesos que el gobierno de Antonio Gali Fayad pagó por la muerte de Manuela De León así como de sus hijas Edileth y María de Jesús, a quienes les cayó la cúpula de la iglesia de Santiago Apóstol en Atzala la tarde del 19 de septiembre cuando un sismo de 7.1 grados azotó el centro del país, tras hacerse pasar como el padrastro de Ismael Torres –esposo y padre de las víctimas– y quien permanece hospitalizado por fracturas en su columna.

CAMBIO verificó que quien realmente está al cuidado de Ismael desde el 20 de septiembre cuando fue trasladado al Hospital de Traumatología y Ortopedia ‘Rafael Moreno Valle’ es su abuelo Alberto Torres Lucero y no Crescencio como ha hecho creer a medios locales, nacionales e incluso internacionales.

Este medio también comprobó que desde el fin de semana, la administración estatal hizo entrega de los cheques (90 mil pesos aproximadamente por cada uno) a cada una de las familias de las víctimas mortales del terremoto, basándose en la lista de beneficiarios que los presidentes municipales entregaron.

El área de Comunicación Social de la Secretaría General de Gobierno (SGG) confirmó a CAMBIO que Crescencio fue presentado como el único beneficiario de la muerte de dichas personas. Esto, a pesar de que Ismael Torres está con vida y debe ser quien cobre la indemnización, pues es el esposo de Manuela y el papá de las niñas.

‘Crescencio es un vividor’

En entrevista con CAMBIO afuera de dicho nosocomio, el abuelo de Ismael Torres estalló contra Crescencio, pues fue la mañana del sábado cuando un vecino de Atzala le notificó que el presunto padrastro había cobrado la indemnización.

“Yo me enteré, por eso le reclamé porque aquí estamos con gastos y no tenemos quién nos apoye y resulta que este señor, que no es padrastro de mi nieto porque nunca vivió con su mamá, vivió un tiempo con la abuela hace años, pero ni siquiera tienen buena relación porque él siempre le ha querido quitar lo poco que la abuela le heredó”, dijo.

Ismael fue intervenido quirúrgicamente el martes pasado, operación de columna en la que salió bien, pues según el familiar, le está echando ganas con el entusiasmo de regresar pronto con su familia ya que a dos semanas del temblor, aún no sabe que Manuela y sus hijas perdieron la vida entre los escombros.

“Mientras a mi nieto lo traíamos al hospital el día del temblor –en una camioneta que prestó un familiar– Crescencio andaba en la presidencia de Atzala. Yo no quise hacer caso, me he dedicado a estar con mi nieto, y después, cuando le pregunté a Crescencio por la credencial de elector de Ismael y los papeles de mi nieto, me dijo que no había nada”, indicó el abuelo.

El sábado se enteró que con testigos falsos y la complicidad del edil de Atzala, Crescencio hizo creer al gobierno de Gali que él era el único familiar. Así, sin verificar y confiando por la intervención del presidente municipal, la SGG entregó los cheques.

Crescencio niega que ya haya cobrado indemnización

Aunque la Secretaría General de Gobierno confirmó que Crescencio es uno de los beneficiarios de la muerte de feligreses de Atzala, en entrevista con CAMBIO negó que ya haya cobrado algún recurso económico.

Incluso, minutos antes de que el abuelo le reclamara el cobro, señaló en entrevista telefónica que el gobierno no se había acercado para apoyar.

Ahora, mientras el dinero fue a parar a otras manos, Ismael requiere de un sillón ortopédico, que vale más de 18 mil pesos para poder ser dado de alta.

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