Por un día, y con uniforme de soldado, nueve niños con enfermedades crónicas fueron parte del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos; para recorrer por horas la Escuela Militar de Sargentos la emoción rebasó a la fatiga.
Cuatro niñas y cinco niños de la Fundación Una Nueva Esperanza en Puebla recordarán este jueves en el que se transformaron en un elemento más del Ejército y subieron a vehículos militares como si se tratara de una misión de rescate.
Minutos después del medio día, el comandante de la 25 Zona Militar, Raúl Gamez Segovia, recibió a los nueve pequeños que obtuvieron el reconocimiento de soldados honorarios.
Primero recorrieron la cancha, luego subieron a los tanques que son utilizados para misiones de reconocimiento y seguridad y vehículos de combate.
“Me gustan mucho los militares, tengo 10 años, me gustaría ser militar de grande. Me gustaron los carros, sentí bonito y emoción al subir a los tanques”, dijo Justin Roberto, niño con leucemia.
“Le pregunté que si quería ser soldado por un día y me dijo que sí. Ella quería pertenecer al Ejército, se puso contenta cuando le dije, le llama la atención”, relató Catalina, madre de una menor de 9 años a quien se le detectó cáncer hace dos.
Posteriormente, el Ejército Mexicano mostró las áreas donde los sargentos se adiestran como el gimnasio, biblioteca, museo, dormitorio y comedor.
Suman cuatro ceremonias
En lo que va del año, la 25 Zona Militar ha realizado cuatro ceremonias para condecorar como soldados honorarios a menores con enfermedades que son atendidos en el Hospital del Niño Poblano y que forman parte de la Fundación Una Nueva Esperanza.
Los niños participantes fueron elegidos a petición de los padres de familia y la asociación.
“El objetivo es tener un acercamiento con ellos, hacerles partícipes de nuestro reconocimiento por la situación difícil que atraviesan y que con mucho valor enfrentan y ayudarles en la medida de lo posible”, dijo el comandante Gamez Segovia.