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Reprobadas las políticas para prevenir el embarazo adolescente en Puebla
Desde Inmujeres, poblana impulsará prevención del embarazo adolescente. Foto: Especial
Menor embarazada sí fue atendida, pero tenía muerte fetal: SSEP
Menor embarazada sí fue atendida, pero tenía muerte fetal: SSEP. Foto: Especial

Luego de que la familia de Marisol Guzmán Ramos, paciente de 16 años internada en el Hospital General de Cuetzalan, acusara negligencia en la muerte del feto de la joven, la SSEP aseguró que ella acudió al nosocomio con un diagnóstico de muerte fetal.

Lo anterior, luego de que su hermano, José Guzmán Ramos, denunciara violencia obstétrica por parte de personal de ese hospital, así como la falta de atención a la menor embarazada.

La Secretaría de Salud, a través de un comunicado de prensa, indicó que luego de conocer el diagnóstico de la joven, la expulsión del feto sin vida no podía ser realizada mediante cesárea, debido a que se encontraba en la semana 35 de gestación, por lo que fue necesario iniciar trabajo de parto con medicamento para evitar complicaciones a la madre.

Detalló que este martes a las 13:15 horas el producto fue expulsado mediante parto, sin complicaciones, debido a que fue hasta ese momento en que la madre tuvo la dilatación necesaria para concluir el proceso.

“Actualmente la paciente se encuentra estable, bajo vigilancia médica y sin complicaciones en su salud”, mencionó la secretaría.

 

Estuvo más de 4 días esperando el parto

La Secretaría de Salud del Estado de Puebla (SSEP) explicó que la menor ingresó el 22 de septiembre a las 23:40 horas al nosocomio y se le realizó un ultrasonido, con el cual se determinó que el feto no registraba latidos, por lo que se determinó que antes de ingresar al hospital el producto ya había fallecido.

Además, aseguró que, de acuerdo con la menor, antes de su ingreso al hospital, acudió con una partera empírica.

Sin embargo, el hermano de la menor acusó que, pese a dicho diagnóstico, ella tuvo que esperar 84 horas para que le extrajeran al bebe, lo que –afirmó— pone en evidencia la indiferencia de las autoridades del sector salud hacia uno de los sectores más sensibles de la población: las mujeres embarazadas.

Asimismo, aseguró que tanto el ultrasonido como el medicamento que requería la paciente, fue adquirido por la familia, pues el hospital no lo tenía.

Por lo anterior, exigió la reparación del daño para su hermana por el caso de violencia obstétrica y advirtió que acudirá a la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).

Editado por Gabriel Díaz Romero

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