Karen Meza /Periódico Central
Anna Paola de los Santos Velázquez, estudiante de la preparatoria Lázaro Cárdenas de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), murió a los 16 años sin cumplir su máximo sueño: estudiar en Francia.
Las aspiraciones de la joven se perdieron el pasado 19 de septiembre, cuando cayó una parte de la estructura de la escuela ubicada en el Centro Histórico de la capital, durante el sismo de 7.1 grados cuyo epicentro estuvo en los límites de la entidad poblana con Morelos.
Pao, como le decían de cariño sus amigos, era una alumna de excelencia y ya dominaba sin dificultad tres idiomas: el italiano, el inglés y francés.
Hasta hace unos meses, la chica estaba tramitando ante la BUAP un intercambio escolar para vivir y reforzar sus conocimientos en Francia. Ese sueño quedó trunco.
Ana Paola era una de las alumnas con mejores calificaciones del grupo A. Siempre tenía un 10 en las materias de francés y matemáticas, informó una de sus mejores amigas ⸺que pidió la gracia del anonimato⸺, en entrevista para PÁGINA NEGRA.
En el salón la recordamos porque era muy buena en las materias. En ninguna tenía problemas para aprender.
Para nosotros era una persona genial, no sólo nos daba consejos cuando teníamos problemas, sino que dedicaba su tiempo a darnos explicaciones de los temas que no entendíamos; más en matemáticas”.
La joven vivía por Ciudad Universitaria y era un poco reservada para hablar con extraños. Pero era muy amigable: “Ella siempre saludaba a la gente, pero no te hablaba si no tú no le hablabas antes”
.Estudió en Centro Escolar Aparicio y la secundaria en la Técnica Número 60. Era fanática del rock en inglés, aunque su gusto culposo era por el grupo pop “One Direction”.
Los artistas favoritos de la joven eran Martin Garrix, Zain Javadd Malik mejor conocido como “Zayn”, Kurt Cobain, Bruno Mars, Adam Lambert, Nathaniel Joseph cuyo nombre comercial es “Nate Ruess”, además de Taylor Swift, Ariana Grande, Kesha, Miranda Cosgrove y hasta la agrupación mexicana Reik.
Ana Paola también era muy deportista. Amaba el voleibol. Precisamente, el día del sismo, la joven estaba entregando una responsiva al área de Cultura Física para obtener el documento que confirmara que “era apta” para entrar en el equipo escolar de este deporte.
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