Tras el lamentable hecho registrado con la estudiante de la Upaep, Mara Castilla y quien fue asesinada por un taxista de Cabify, surgieron varios comentarios con esta situación y sobre quién tiene la responsabilidad de que en Puebla se haya incrementado la violencia de género.

Sin embargo y antes de hablar de posibles responsables, lanzaría las siguientes preguntas.

¿Por qué las mujeres deberían vivir con miedo cuando caminan por las calles de Puebla?

¿Las mujeres tendrían que sentirse acosadas por su forma de vestir?

¿Las mujeres tendrían que limitar sus salidas por la noche, esto por el miedo a que pueda pasarles algo?

Creo que en las tres preguntas anteriores, la respuesta es sencilla: ninguna mujer debe ser violentada en sus derechos.

Las mujeres sin importar su condición, demuestran que son el núcleo de toda sociedad.

Si tenemos en cuenta que es el núcleo de toda sociedad, entonces ¿Quién es responsable de que en Puebla haya violencia de género?

Desde mi punto de vista, creo que se trata de una responsabilidad compartida el evitar que haya más violencia de género.

Ustedes se preguntarán ¿Por qué?

Les diré mis comentarios a raíz del lamentable asesinato de Mara Castilla a través de un chofer de Cabify y que sin duda generó una fuerte condena social.

De entrada, opino que las empresas que prestan el servicio de taxi en aplicaciones móviles y ante la fuerte demanda que tienen en el mercado, debieron reforzar sus criterios de seguridad para evitar casos como el registrado con la estudiante de la Upaep.

No descarten que “ahogado el niño las empresas quieran tapar el pozo” y a corto plazo las aplicaciones como UBER, Easy Taxy o Cabify, afirmen que reforzaron sus protocolos de certificación para evitar que sus choferes puedan cometer algún hecho delictivo.

Tampoco descarten que los diputados locales realicen en próximas fechas una reforma a la Ley del Transporte, que tenga como finalidad reforzar la certificación de los choferes que prestan este servicio a través de una aplicación móvil, como sería el caso de pruebas de control de confianza.

Incluso, tampoco descarte que en esa reforma a la Ley del Transporte, se establezcan los mecanismos para quitar permisos de operación a empresas de taxi por aplicación móvil, cuando su marca esté involucrada en algún hecho delictivo, caso concreto el de Cabify.

Otra responsabilidad compartida, aplica en nosotros mismos como sociedad, pues tras el asesinato de Mara Castilla, en redes sociales se divulgaron videos -desconozco si verídicos o falsos-, sobre posibles anomalías que cometen choferes de UBER y que derivarían en hechos delictivos.

Lo positivo de las redes, es que deben servir para causas sociales y no para generar pánico entre los propios usuarios.

Insisto, para erradicar la violencia de género, nosotros como sociedad, las autoridades de gobierno y el sector privado, tenemos una responsabilidad compartida para disminuir esta problemática en Puebla.

Y finalmente, son bienvenidas todas las manifestaciones pacificas en Puebla que exigen la protección de los derechos de las mujeres -que insisto son el núcleo de toda sociedad-, siempre y cuando no tengan fines políticos.

Hasta aquí mi reporte.

La Frase

“Somos la memoria que tenemos y la responsabilidad que asumimos, sin memoria no existimos y sin responsabilidad quizá no merezcamos existir”.

José Saramago

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