Desde hace algunos días, varios panistas de pedigrí, priistas resentidos y columnistas centaveros de Atlixco han desplegado una campaña contra el Movimiento Antorchista cuyo objetivo es culparnos del problema que se suscitó el martes 29 de agosto en la colonia Valle Real, cuando un grupo de habitantes y estudiantes le pidió al presidente municipal de Atlixco que no construyese un parque con juegos al aire libre en el lugar destinado a la construcción del preescolar y el bachillerato de la Unidad Educativa de la colonia, porque desde hace varios años hay un acuerdo con el propio edil en funciones para respetar ese terreno, en tanto se consiguen los recursos para la edificación de las aulas.

Para entender el problema es necesario hacer un poco de historia. Hace siete años, aproximadamente, un grupo mayoritario de vecinos de Valle Real, liderados por la mesa directiva de la colonia legalmente establecida, pidió al Movimiento Antorchista ayuda para gestionar y construir varias escuelas cuyo objetivo sería resolver la carencia de oferta educativa en la zona. Los propios habitantes donaron un terreno y el Movimiento Antorchista se comprometió a luchar con ellos para levantar una Unidad Educativa, que actualmente ya está en funciones y que cuenta con 502 alumnos inscritos en el preescolar, la primaria, la secundaria y el bachillerato. La sola matrícula escolar demuestra que las escuelas eran necesarias y que los habitantes estaban en lo correcto cuando planearon la demanda. Es forzoso aclarar que la Unidad Educativa no es propiedad del Movimiento Antorchista ni beneficia sólo a los hijos de los antorchistas, como afirman maliciosamente los panistas adictos al edil, sino que mucha gente humilde de la zona ve en ella una opción de estudios para sus hijos.

Pero no todo ha sido miel sobre hojuelas. La lucha para conseguir las claves, las gestiones para lograr las aulas, el mobiliario, los espacios deportivos y los servicios que ahora tiene la escuela ha sido muy dura y le ha demostrado, a colonos y estudiantes, que si quieren salir de la marginación hay que batallarle bastante, porque los gobiernos preocupados por la educación popular se multiplican por cero. Uno de los problemas que aún padecen los jóvenes es la falta de aulas dignas para los estudiantes del preescolar y el bachillerato, quienes por el momento toman clases en aulas improvisadas. El acuerdo de los habitantes con el ayuntamiento anterior y con el propio José Luis Galeazzi Berra es que el predio ubicado en la Manzana 92, Lote 1 del Circuito Camino Real, que fue parte de la donación original de la colonia, estaría destinado a construir el preescolar y el bachillerato. Demanda justa y necesaria dada la cantidad de jóvenes que acuden a esa escuela.

Pero el problema detonó porque el acalde decidió que en lugar de las escuelas, en el predio en cuestión mejor construiría un parque con juegos, obra evidentemente más barata y mucho menos problemática que sostener a una escuela tan grande. Así que el día martes 29 de agosto, desconociendo sus propios acuerdos y acompañado por un grupito de vecinos adictos a él, pretendía dar el banderazo de arranque a la obra del parque y para ello montó todo un show con sonido, porra previamente aleccionada y policías para resguardar el crimen contra el Artículo Tercero de la Constitución Mexicana, que otorga la educación básica obligatoria por parte del Estado a todos los ciudadanos mexicanos. Esta violación alevosa a los acuerdos con los vecinos de Valle Real desencadenó, como era lógico, el disgusto de maestros y alumnos que en esos momentos se encontraban tomando clases y que ante el despliegue del show presidencial salieron a pedir al alcalde una explicación a su forma autoritaria de proceder. La explicación no llegó; a cambio de ello la Directora de Gobernación, Nohemí Macuil, comenzó a jalonear a la líder antorchista en el municipio, Alba Córdova Campos, quien intentaba acercarse al centro de la discusión para poder hablar y denunciar lo que ahora yo explico en estas líneas. Pero el asunto no quedó ahí, ante la embestida de Nohemí Macuil, un compañero antorchista que intentaba alejar a Alba Córdova del peligro, fue golpeado e intentado someter por el director de Seguridad Pública, que responde al nombre de Javier Castillo, cosa que para sorpresa del policía no sucedió y que lo dejó en ridículo ante todos los presentes. Mientras todo esto ocurría, y como no tenía argumentos válidos para explicar por qué no quiere construir aulas dignas para los niños y los jóvenes, el edil José Luis Galeazzi aprovechó la confusión y salió por piernas, huyendo, literalmente, del predio.

La verdad es que se hizo mucho aspaviento sobre el asunto para acusar a Antorcha de “violenta”: pero ni el alcalde, ni ningún funcionario puede mostrar un solo rasguño de gato viejo porque no agredimos a nadie. Y creo que el ayuntamiento se ridiculiza a sí mismo cuando chilla como si Valle Real se hubiera convertido en el escenario de la Tercera Guerra Mundial. Los empujones los recibimos nosotros. A partir de ahí comenzaron las acusaciones contra Antorcha. Desde entonces, por todos los medios que nos fue posible, hicimos pública nuestra versión de los hechos y algunos de los fiscales tuvieron que bajar sus deditos acusadores y callarse la boca; además, exigimos que las escuelas se construyan y no quitaremos el dedo del renglón porque es una demanda justa.

Pero el objetivo era acusarnos de violentos y armar un escándalo, no por el famoso parque, sino porque el crecimiento en masas de nuestra organización les ha dado ya la primera muestra de que su imperio de poder en la zona, construido a base de mentiras, robo y explotación de la gente, se comienza a desmoronar. Así, resulta que el día miércoles 5 de septiembre, cuando el tema era ya prácticamente una anécdota, nos desayunamos con un risible desplegado en El Sol de Puebla, firmado por los grupos priistas “San Mateo” y “Atlixco Unido”, quienes lloran a moco tendido por “los hechos violentos del pasado 29 de agosto”. En el bodrio de marras nos acusan de muchos delitos, lanzan calumnias sin ton ni son y repiten como loros mal amaestrados viejas mentiras que no pueden probar. Los lectores inteligentes del desplegado habrán notado que los nuevos ganapanes del ayuntamiento no son capaces de probar una sola de sus acusaciones, razón por la cual no tiene caso gastar espacio ni tiempo en refutarlas. Su escasa capacidad mental no les permite enterarse que los priistas atlixquenses ven con desagrado cómo ustedes, representantes del priismo de pedigrí, sin el más mínimo respeto por su alcurnia, se ponen de tapete para que pase el alcalde panista y su ayuntamiento completo. Como dijo Groucho, el famoso comediante: “si no les gustan mis principios, aquí tengo otros”. ¡Muy bonitos señores!

Pero no es novedad esta falta de dignidad en ambos grupos. Hace no más de un mes los vimos en un video que tuvo amplia difusión peleando hasta por los puestos de intendencia y aseo de los baños, si es que el PRI les entregaba el candidato a la presidencia municipal de Atlixco. ¡Qué asco y qué descaro! Quizá por ello cuando se convocó a la elección para elegir al Comité Directivo del PRI perdieron espantosamente 10 a 1.

La verdad es que ahora ustedes arman un escándalo y se alían con el PAN, lo que les debería costar la expulsión de su partido, porque los dos coinciden en que el enemigo a vencer, el intruso sine nobilitate al que deben derrotar en las elecciones presidenciales del próximo año es Antorcha, porque nuestra organización representa los intereses del pueblo humilde, intereses que les estorban porque gracias a su traición sistemática ustedes pueden hacer negocios y enriquecerse a placer. El parque, la escuela y lo que venga es lo que menos les importa y son sólo una manifestación de su temor a perder el poder y el control en la zona. Ésa es la verdad monda y lironda.

*Las opiniones expresadas en esta sección son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten y no representan necesariamente la línea editorial del portal de noticias Ángulo 7.