Estudio revela altos niveles de plomo en Tutsi Pop y 4 dulces más. Foto: Financiero
Estudio revela altos niveles de plomo en Tutsi Pop y 4 dulces más. Foto: Financiero

De las 20 golosinas más consumidas por niños en México, las paletas Tutsi Pop, Rockaleta Diablo y Ricaleta Chamoy, así como los confitados Tiramindo e Indy Marimba, contienen las concentraciones más altas de plomo, elemento tóxico que afecta la sangre.

Así lo demuestra el estudio Environmental Research la investigación Lead in candy consumed and blood lead levels of children living in Mexico City, del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), publicado en 2016, cuyo objetivo fue determinar si hay un vínculo entre el consumo de dichas golosinas y los niveles de plomo en la sangre de infantes de entre 2 y 6 años.

De acuerdo con el documento, la Rockaleta Diablo presenta la concentración más alta de dicho elemento, con 0.70 partes por millón (ppm); le siguen el Tiramindo, con 0.37 ppm, la Ricaleta Chamoy, con 0.19 ppm, la clásica Tutsi Pop, con 0.13 ppm, e Indy Marimbas, con 0.22 ppm.

Si bien dichos niveles de plomo están por debajo o en límite de lo permitido por la FDA (Administración Federal de Alimentos y Medicamentos) de Estados Unidos, que es de entre 0.13 y 0.70 ppm, estos no deberían existir en productos consumidos por niños debido a que “está bien documentado” que tienen “efectos de largo plazo” en la salud humana, como lo señala la Organización Mundial de la Salud (OMS).

En este sentido, el estudio determinó que la media de plomo en la sangre de los 171 niños entrevistados fue de 4.5 microgramos por decilitro (µg/dl), de lo cual 1 µg/dl se atribuyó a la ingesta de dichas golosinas “en la última semana” y el resto, a otras fuentes de exposición, entre las que se incluyen el uso de alfarería esmaltada con plomo para almacenar o servir alimentos.

Plomo afecta neurodesarrollo infantil

Al explicar los efectos del plomo sobre la sangre, Marcela Tamayo y Ortiz, autora principal del estudio, explicó a la Agencia Informativa Conacyt que estos “no son visibles de manera inmediata”, pero genera consecuencias graves y permanentes, ya que afecta el neurodesarrollo de los niños, así como su hígado, riñones, huesos y dientes.

Agregó que, por parecerse al calcio, el cuerpo humano sustituye las funciones de éste por dicho metal tóxico, por lo que puede “depositarse en los huesos y vivir ahí por 20 o 30 años”.

En momentos de remodelación ósea, el plomo–dijo– sale al torrente sanguíneo y circula por la sangre; en mujeres embarazadas, esto pone “en riesgo el feto”.

Cabe resaltar que, tras la difusión del citado estudio, por porte del Conacyt, la negó que sus productos contengan la cantidad de plomo señalada y aseguró que la elaboración de estos se encuentra bajo supervisión constantes.

Así, afirmó que, “en los últimos años”, el Centro de Investigación y Asistencia en Tecnología y Diseño del Estado de Jalisco (Ciatej) aprobó a Tutsi como producto “inocuo”, debido a su “casi nulo contenido de plomo”, que sería de sólo “0.0005 pm” y no de 0.13 ppm, como sostiene el INSP.