Camerún, el país donde hablar inglés marginaliza. Foto: La Nación
Camerún, el país donde hablar inglés marginaliza. Foto: La Nación

Desde octubre, miles de anglófonos han salido a las calles y se han declarado en huelga, luego de varios intentos del gobierno por imponer tanto en escuelas, como en las cortes el uso del francés, idioma de la mayoría poblacional.

Las protestas dieron comienzo cuando las autoridades nacionales promovieron la imposición del francés en las cortes de la región de habla inglesa, aunado a la contratación de maestros con niveles muy bajos de inglés para los niños con esa lengua materna.

Lo anterior provocó que las manifestaciones, principalmente lideradas por estudiantes y abogados, visibilizaran un estado de marginación con respecto a los hablantes del francés, lo que generó que cada vez más y más personas salieran a exigir un uso libre de su idioma.

El portal de ayuda humanitaria Relief Web informó que los anglohablantes representan en Camerún el 20 por ciento de la población, conformando así una minoría entre los 200 grupos lingüísticos y una diversidad considerable variedad religiosa, según datos de Newsweek.

En la nación arficana, existen dos sistemas judiciales, el primero que atiende a la mayoría de la población, basado en el derecho francés y escrito en esa lengua y el segundo que deriva del derecho británico y expresado en inglés.

También hay dos sistemas educativos, aquel donde los planes de trabajo son redactados e impartidos en francés y aquellos en inglés. Lo anterior genera que los anglófonos sientan que permanecen fieles a sus tradiciones y a su lengua.

 

Represión contra población de habla inglesa

Sin embargo, esa propia división ha generado que la minoría se sienta menos atendida. La situación de este grupo empeoró desde que las protestas comenzaron, ya que el gobierno emprendió acciones de represión.

Los diarios locales admiten que la comunidad de habla inglesa ha estado privada de servicios de internet en el periodo que comprende de enero a abril, además, se han visto obligados a declararse en huelga desde hace seis meses y han sufrido la pérdida de un año escolar.

A pesar que la Constitución establece que ambos lenguajes tienen el mismo estatus y se asegura la libertad de expresión de los nacionales, durante las manifestaciones, se han detenido a personas a quienes se les han imputado cargos de terrorismo o pena de muerte, así como se han presentado víctimas mortales.

En un intento por relajar la tensión, el gobierno ha creado la Comisión Nacional para el Bilingüismo y el Multiculturalismo, hecho que ha sido criticado por la minoría, especialmente por los miembros de la iglesia católica quienes han aseverado que la institución “no es adecuada para resolver” el problema.

Como parte de las acciones de inconformidad, los hablantes del inglés ya se han organizado para presentar la situación actual ante las más numerosas diásporas de cameruneses; según informa el diario local Journal du Cameroun, se planea que los connacionales en Reino Unido y Estados Unidos apoyen su causa. Resultado de lo anterior, se han presentado manifestaciones en las representaciones diplomáticas ubicadas en los países anglohablantes.

La marginalización de los angloparlantes es consecuencia de un referéndum realizado en 1972, por el cual esta población perdió la protección que varios marcos jurídicos le otorgaban, con el fin de impedir que el pasado colonial de Francia y Reino Unido marcara una situación de desventaja.