Columnistas-JuanCarlosLastiri

El escenario de la acción gubernativa y la provisión de bienes públicos, semipúblicos y privados ha experimentado cambios importantes en los últimos 20 o 30 años. Muy atrás quedaron los tiempos de las teorías clásicas de la burocracia y la distinción rígida entre política y administración pública. En el centro de tan importante cuestión, se sitúan enfoques novedosos, que atienden a situaciones complejas y problemas específicos. Resaltan aquí la corriente de la Nueva Gerencia Pública, con sus aportes en el reconocimiento de las fallas burocráticas y las oportunidades de incorporar mecanismos de mercado, en aras de una mayor eficiencia en el desempeño; el enfoque de gobernanza, con su llamado de atención hacia la incorporación del tercer actor en el diseño e implementación de las políticas; así como las propuestas de Gobierno Abierto, que acentúa la relevancia de la transparencia y la rendición de cuentas, y el e-Government, que apuesta a la utilización intensiva de las tecnologías de la información y la comunicación. En suma, estamos frente a un cambio de paradigma que pretende una vinculación directa de la sociedad con los encargados de la política pública para la toma de decisiones.

Las conceptualizaciones de frontera sobre lo público apuntan al reconocimiento de que el Estado está dejando de ser un mero prestador de servicios para convertirse en un gestor, que interactúa con sus gobernados para abatir las carencias sociales. Esta condición ha encontrado auge en la mayoría de los países desarrollados, pero sigue siendo un camino desconocido en países como el nuestro que sigue intentando explotar para bien esta posible vinculación ante, el descenso de recursos por la explotación de hidrocarburos.

Hemos hecho intentos de buscar el apoyo de la sociedad al impulso de acciones de gobierno, pero, hasta ahora considero que los resultados no han sido los adecuados y nuestro país ha tenido que pagar los costos más altos por la vinculación y pongo por ejemplo lo sucedido con infraestructura donde, se han generado fuertes polémicas por su financiamiento en esquemas público-privados. Pero no todo supone problemas para este tipo de relaciones ya que, tenemos en nuestro país ejemplos positivos de la vinculación entre sociedad y gobierno para combatir problemas tan grandes y lacerantes como el hambre. Este es uno de los más grandes problemas de salud a nivel mundial ya que mata a más humanos que el sida y la malaria y la tuberculosis juntos; se estima que en el mundo cerca de 800 millones de personas no tienen alimentos suficientes para llevar una vida saludable y activa.

En México de acuerdo al Coneval las personas con carencia alimentaria pasaron del 23 al 21 por ciento de la población en esta administración siendo que, se tiene a poco más del 4 por ciento de la misma en situación de hambre. Esta condición llevó a apoyar una vinculación público- privada para atacar el problema. Con la colaboración de Sedatu, Sedesol, Sagarpa, el Banco de Alimentos (BAMX) Filial Puebla, la Arquidiócesis de Puebla y el municipio de Coronango, se está terminando la construcción del Banco de Alimentos de Puebla. El desarrollo de esta obra marca el inicio de una asociación estratégica entre la sociedad civil organizada y el Gobierno de la República que, participa en esta con una inversión de más de 20 millones de pesos. Este será uno de los recintos más grandes de México ya que contará con 6,000 m2 de área de los cuales, 3,500 serán para bodega y 2,500 para patio de maniobras; se espera que en este banco trabajen 60 colaboradores permanentes y 250 voluntarios semanales.

En México se estima que se tiene una pérdida del 37 por ciento de los alimentos que se producen lo que podría subsanar el hambre de 7 millones de personas; en este nuevo banco se estima que habrá una recuperación de 42 mil toneladas de alimentos y que se beneficiará a 67 mil poblanos en 42 municipios. Los bancos de alimentos juegan un papel muy importante en el cumplimiento del cuarto objetivo de la estrategia de la Cruzada Nacional Contra el Hambre, que busca disminuir la pérdida de alimentos y así garantizar que las y los mexicanos en carencia alimentaria tengan una alimentación adecuada. A través del trabajo conjunto de sociedad y gobierno se han construido ya 10 bancos y un centro de acopio; este es un buen ejemplo de cómo con decisión se puede llegar a observar que las cosas sucedan en favor de quienes más necesitan en México, tal y como lo dicen las nuevas teorías de gobierno.

*Las opiniones expresadas en esta sección son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten y no representan necesariamente la línea editorial del portal de noticias Ángulo 7.

incendios forestales