Columnistas-VeronicaMastretta

           Para el Doctor Cesar López, un migrante valiente y generoso. *

La semana pasado, en el programa de Leo Zuckerman de Foro TV, oi una historia que me pareció extraordinaria. Busqué en internet la información complementaria para escribir este articulo.

La historia es la del científico mexicano Israel Reyes , quien nació en una comunidad marginada del estado de Mexico hace mas de 45 años. Desde niño tuvo un talento natural y excepcional para las matematicas. No dice cómo, pero logró salir de la marginacion de su comunidad para ingresar a la preparatoria del instituto Politécnico Nacional. Uno de sus maestros, al que Israel dice que le estará agradecido toda la vida, se dio cuenta de su talento y lo animó a ir a la embajada de Estados Unidos a pedir una beca. Aquí – le dijo – no hay las oportunidades que tu necesitas. Yo creo que el maestro se dio cuenta del tamaño de su talento. Israel se animó a presentar el examen en la embajada americana y obtuvo la beca para una universidad en Colorado, con el requisito de un depósito de 5 mil dolares para ingresar legalmente a Estados Unidos, 5 mil dólares que no tenía.

Me sorprendió todo: la lucidez del maestro, la seguridad en si mismo de Israel y la posibilidad de que la embajada americana diera esas becas.

A los 18 años, sin nada mas que el papel de admisión en la mano, Israel la emprendió para el norte . Se tardó mas de un mes en llegar a la frontera, y como millones antes que él, como “mojado”, cruzó el río Bravo para después adentrarse en el desierto.

Israel es breve en su relato y todo lo cuenta con la ligereza de quien cuenta un viaje turístico. Nada más lejos de eso, pero él es así. No magnifica para nada sus logros.

Llegó a la universidad y ahí el responsable de la escuela de matemáticas, un amable profesor, le dijo que no podía admitirlo por no reunir los requesitos para su legal entrada al país. No se dio por vencido. Consiguió un puesto de barrendero en la misma universidad en el turno de la noche, y en el día empezó a entrar a clases de oyente. La universidad no lo podía aceptar por la puerta de enfrente, pero por la de atrás le dio trabajo. Me imagino que hoy, en los tiempos de Trump, eso sería imposible.

Israel gastaba el dinero de su sueldo en comer y en libros, y toda su energía en estudiar y trabajar. Un día, meses después de su llegada, el profesor con el que se entrevistó al llegar lo reconoció en la cafetería y le preguntó qué hacía ahí. Él le contó en qué andaba y el profesor seguramente se conmovió e impresionó con ese tenaz joven de 19 años. Buscó a los profesores que ya lo conocían, quienes le dieron excelentes referencias de su desempeño, así que lo ayudaron a regularizar su situación. El profesor hizo algo mas por él: le dijo que no se perdiera en la teoría, que se enfocara en las matemáticas aplicadas porque eso le daría para vivir. Así lo hizo. Muy pronto ya estaba trabajando para compañías como IBM, Hewlett Packard y Fujitsu, dedicadas al desarrollo de tecnologías de la información. Su trabajo lo llevó a vivir en Europa, en América latina y en Japón

Después de 17 años de experiencia en manejo de crisis y seguridad cibernética, en 2012 fundó en Nueva Zelanda la empresa Solity, que además dirige hasta hoy. La empresa se especializa en la construcción de arquitectura de plataformas cibernéticas y mitigación de riesgos con amplios protocolos de seguridad que él mismo diseña.

La Doctora Eunice Rendón, otra mexicana de excepción, especialista y conocedora de las diferentes aristas del fenómeno de la migración, lo ha involucrado e invitado a participar en un programa en el que se busca que miles de migrantes mexicanos con alta preparación científica y tecnológica apoyen a distancia a jovenes mexicanos que estudian en diferentes universidades de México. La idea es que la fuga de cerebros encuentre una forma de retorno que enriquezca al país. Lo están logrando y el programa será seguramente exitoso. Desde los lugares donde habitan, técnicos y científicos mexicanos altamente capacitados comparten sus conocimientos usando las video conferencias. No solo dan su tiempo, también gracias a sus contactos y talento, consiguen donaciones de equipos que por su costo pueden ser muy difíciles de adquirir para las universidades públicas mexicanas.

Israel Reyes no tiene ni le interesa tener otra nacionalidad , solo la mexicana. Él dice que no renunciará a ella. ¿Cómo? – dice él- si este país me dió los retos.

Estoy intrigada con esa frase- “Este país me dio los retos” .¿No es una manera totalmente distinta y positiva de abordar la vida y de ver a México?

Donde otra persona hubiera visto desgracia y problemas irresolubles, él vió retos. Y además está dispuesto a darle al país parte de lo que es , sabe y tiene.

*Cesar Lopez es mexicano. Es Doctor en Biología por la Universidad de Manchester. Él y el Doctor Arturo Reyes, ambos poblanos, desarrollaron exitosamente la vacuna contra el zika en Manchester, Inglaterra.

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