Aunque la furia que destilan es inversamente proporcional a la difusión que tienen sus hojitas parroquiales y directamente proporcional al dinero, contante y sonante, con el que prostituyen el buen oficio del periodismo, del cual son sus más pigmeos y vulgares representantes, he seguido con cierto cuidado los rabiosos ataques y diatribas que, de un tiempo a la fecha, un grupito de supuestos periodistas atlixquenses ha lanzado contra el Movimiento Antorchista en Atlixco y su dirigente en el Distrito 13 de Puebla, la profesora Hersilia Córdova Morán, distinguida integrante de nuestra Dirección Nacional y diputada federal.

En la base de todas las invectivas se encuentra la elección presidencial en Atlixco que se llevará a cabo en el año 2018, dado que los cacicazgos ven en Antorcha y su fuerza de masas in crescendo a un peligroso intruso sine nobilitate al que es necesario derrotar y, si fuera posible, desterrar, para que no enturbie el reparto del poder previamente acordado por los beneficiarios del control político de la zona. De modo que quienes le dictan las columnas a los amanuenses nos atacan porque ven con desagrado la simpatía que despierta el honrado y arduo trabajo de la diputada Hersilia Córdova y los activistas de la zona.

Por estas razones, cualquier mente sana recomendaría, en efecto, no hacer caso de la fauna que habita el reino del Liliput periodístico al que me refiero, dado que sus tres posibles lectores o bien son adictos en los que no vale la pena gastar tiempo de convencimiento o son, como yo, lectores obligados, que por tanto no creemos en sus mentiras. De manera que escribo no para refutar las sucias calumnias y frasecitas idiotas de Daniel Sánchez, Herman Corzo o Mayra Hernández, cosa harto fácil de hacer. El nulo orden lógico de sus ideas, el vulgar abuso del lenguaje y su falta absoluta de argumentos son suficientes para que cualquier lector serio note de inmediato que está leyendo a un mentecato que escribe lo mismo que quien va al sanitario, porque tiene algo que drenar.

Sin embargo, estos periodistas son la boca de ganso de priistas, panistas y morenistas de pedigrí que, el miércoles 14 de junio, formalizaron y anunciaron “una alianza en contra de Antorcha Campesina para ‘impedir su avance político y electoral’ en el municipio durante la contienda en las urnas de 2018”, según reporta El Sol de Puebla. Pero lo cierto es que esta “alianza” no es nueva: el mismo diario denunció, desde el año pasado, que un grupúsculo que ha regenteado el poder durante décadas se reúne de manera secreta con el objetivo de “frenar a Antorcha” al precio que sea.

A estos intrigantes lo último que les interesa es el bienestar de la población y resolver sus problemas y sufrimientos. Y si no, veamos el incremento de la delincuencia, las calles descuidadas, a la gente viviendo en pocilgas, el incremento del desempleo y la pobreza, el ambulantaje, las juntas auxiliares sin servicios, etc. Las elecciones, para ellos, no son otra cosa que la pelea por los beneficios del poder, y los problemas del pueblo cosa sin importancia. ¡Ay de aquel que se atreva a buscarle soluciones de fondo y que piense que el poder debe ser usado en beneficio del pueblo! ¡Será castigado con el escarnio público!

Para ello usan a los medios de comunicación, sobre todo aquellos que no se sostienen por la venta de ejemplares, sino por la más fácil e indigna prostitución de la pluma. Son ellos el látigo que castiga los revoltosos. Y así se explica que estos vulgares periodistas esperen con ansias las temporadas electorales, como los cerdos al maíz, porque es cuando mejor cobran por sus servicios de ganapanes. Recuerden que a cada uno le llegará su San Martín.

Quienes vemos en las elecciones un vehículo eficaz y legal para mejorar las condiciones de vida del pueblo, creemos que una democracia auténtica debe restituirle a los trabajadores el poder de elegir libremente a sus representantes y el derecho a ser electos, aunque no tengan las “carreras políticas” que muchos presumen como logro, aunque estén cimentadas sobre el crimen y la impunidad, ante el enojo ciudadano. Del voto popular deben surgir los gobernantes que representen los intereses del trabajador, aquellos cuyo discurso sea el más elocuente, aquellos que le hablen al trabajador con la verdad desnuda, aquellos que busquen un municipio próspero que le resuelva a los ciudadanos sus problemas y le ayuden a tener una vida digna. En resumen, aquellos que garanticen atacar desde la raíz los problemas que afectan a la población. Y eso es, precisamente, lo que debería discutirse de manera seria en la prensa. El pueblo atlixquense les quedaría eternamente agradecido.

En cambio, se ataca con furia a los verdaderos líderes populares, a quienes le quitan al pueblo la venda de los ojos y le dicen: levántate, edúcate, lucha, porque un mundo mejor es posible. ¿Por qué se les ataca? Porque para el establisment son cuerpos extraños que no estaban invitados al suculento presupuesto del que esos políticos de pedigrí han vivido toda la vida, aunque sean los únicos que no ayuden a crearlo. El pueblo es el único y verdadero creador de la riqueza nacional y quien sostiene con su sudor al Estado; por tanto, el pueblo tiene derecho a gobernar sobre lo que produce. Y en eso no hay discusión posible.

Por eso le pregunto Héctor Castillo, Pablo Maurer, Guillermo Velázquez, Rodrigo Abdala y demás intrigantes que ahora se han puesto como meta de vida expulsar al antorchismo de Atlixco: ¿Qué hechos los avalan en su alocada carrera por la presidencia? ¿Cuántos compromisos de sus campañas anteriores cumplieron y cuántos se quedaron en meras promesas? ¿Con qué cara se presentan ahora? ¿Cuántos de ustedes pueden presumir siquiera la mitad de la obra que ha construido Antorcha en Atlixco sin tener la presidencia? Y, finalmente: ¿Quién les dijo que el poder municipal es vuestro? ¿Que no dice la ley que todos podemos votar y ser votados? Y, entonces, ¿ustedes por qué piensa que “el ser votados” es propiedad privada suya y lo arrebatan a los demás? La palabra está de su lado; sólo recuerden lo que dijo Cervantes: “Nadie es más que otro, si no hace más que otro”, y hasta donde sé ninguno ha podido igualar lo hecho por la profesora Hersilia Córdova, que acaba de rendir un informe sobre la aplicación de 239 millones de pesos para obras en el Distrito 13 de Puebla. Y a ustedes, ¿qué hechos los respaldan? Ah, ya lo recuerdo, en la reunión que inauguró los trabajos de intriga contra nosotros ovacionaban la idea de expulsar al antorchismo, pero tuvieron que reconocer con amargura que Antorcha “está haciendo cosas dejadas de hacer por nosotros: ayudar a la gente”. (El Sol de Puebla, 26 de octubre de 2016)

Ante los embates los intrigantes y confabuladores, nuestra única defensa es el pueblo pobre organizado y dispuesto a pelear por sus derechos, tope donde tope. No queda otro camino que seguir bregando en nuestra feliz tarea de politizar a los pobres de Atlixco. ¡Sigamos creciendo, sigamos organizando y sigamos educando! ¡Levantemos un movimiento vigoroso capaz de sortear cualquier obstáculo, por grande y difícil que parezca! Un movimiento que, como dijo Alfred Tennyson, tenga una voluntad de hierro “decidida a combatir, buscar, encontrar y no ceder”. Contra el ukase de los caciques para expulsarnos de Atlixco, ésa es nuestra defensa, nuestro escudo y nuestro blindaje.

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