Carlos Rocha/La Jornada de Oriente

Por los considerables daños que ha generado la construcción del Gasoducto Tuxpan-Tula, pobladores de la comunidad El Coyolito, en el municipio de Francisco Z. Mena, detuvieron la construcción de la obra que pasa por los estados de Veracruz, Puebla e Hidalgo, y que forma parte del Plan Quinquenal de Gas Natural 2015-2019 de la Secretaría de Energía.

Este martes, los afectados bloquearon el paso de las máquinas y cerraron los caminos de acceso a su comunidad, pues reprocharon que, por el paso de los vehículos pesados, sus calles y parte de sus terrenos han quedado destruidos.

Señalaron directamente a la empresa contratada para edificar la obra, la italiana Bonatti SPA, de ser la responsable de afectar sus caminos, sus terrenos y modificar, en general, su estilo de vida, según reportó el medio informativo de esta región, Radio Expresión.

Indicaron que el acceso a la comunidad es el que ha resultado más dañado, y es el paso diario para la gran mayoría de los pobladores, por lo cual mantendrán el bloqueo hasta que se reparen los caminos.

Durante la protesta, los habitantes de El Coyolito acusaron también que el Presidente Municipal, Víctor Vargas García firmó los permisos necesarios para el desarrollo de esta obra de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), a pesar del rechazo que han mantenido los pobladores de la zona.

Los comunitarios recordaron que a esta problemática causada por la construcción del Gasoducto Tuxpan-Tula, se suman las afectaciones que tienen los terrenos por el paso de pipas que todos los días transportan hidrocarburo, proveniente de los campos petroleros existentes en este municipio, que forma parte de la zona petrolera conocida como Paleocanal de Chicontepec.

De acuerdo con el proyecto de la CFE, el ducto Tuxpan-Tula tendrá 263 kilómetros de extensión desde la ciudad de Tuxpan, en Veracruz, hasta la ciudad de Tula en el estado de Hidalgo, pasando gran parte por Puebla.

La línea transportará gas natural desde Estados Unidos, a través del próximo ducto South Texas-Tuxpan, para abastecer de energéticos a los estados de Veracruz, Puebla e Hidalgo, donde empalmará con la red nacional de gasoductos mexicana.

En fecha reciente, Víctor Vargas minimizó la problemática que causará en su municipio la instalación del ducto, aseguró que solo atraviesa por un kilómetro y medio de longitud, en unos 10 predios de la comunidad de El Coyolito, en la zona limítrofe con Veracruz.

En septiembre pasado, el Consejo de Pueblos Indígenas Xängü Yamui denunció que el paso del gasoducto Tuxpan-Tula pone en riesgo la vida, el agua y la tierra en 130 comunidades originarias, calculan que sólo en Pahuatlán destruiría más de 600 hectáreas del Bosque Mesófilo de Montaña.

En tanto, el pasado 14 febrero la oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos informó que realizó una misión a la Sierra Norte de Puebla para sostener reuniones con integrantes de los pueblos y comunidades indígenas de la región, incluyendo las localidades de Zacacuautla, San Pablito y Montellano, en Pahuatlán.

“El objetivo de esta misión es obtener mayor información sobre la situación de los derechos de estas comunidades indígenas en relación con sus tierras, así como compartir información sobre los estándares y los recursos del Sistema Internacional de Protección de Derechos Humanos”, informó ese día la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Además de Pahuatlán y Z. Mena, el ducto pasará por los municipios de Venustiano Carranza, Pantepec, Jalpan, Tlaxco, Tlacuilotepec y Honey.

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