Los esfuerzos de Irán por la reconciliación con Arabia Saudita. Foto: Noticias Caracol
Los esfuerzos de Irán por la reconciliación con Arabia Saudita. Foto: Noticias Caracol

Con la reelección de Hassan Rohani como presidente de Irán, se han ido tejiendo señas que podrían indicar la disposición de los persas a conciliar sus diferencias con los países árabes, en particular con Arabia Saudita, lo que podría derivar en una mayor estabilidad en la región.

De acuerdo con la cancillería iraní, la administración de Rohani dará continuación a la serie de acciones que ha implementado con el objetivo de consolidar la relación con los Estados árabes vecinos y lograr a través del dialógo una solución a la diferencia con Arabia Saudita.

Ambos países, juegan un papel clave en la geopolítica de la zona, el reino saudí no sólo resguarda los lugares más sagrados del Islam, religión mayoritaria en la zona, sino que ostenta ser uno de los principales aliados de Estados Unidos en la región. Mientras que Irán es una potencia nuclear y económica que ostenta ser el líder del chiismo.

Irán ha demostrado que se encuentra en la posición de hacer a un lado las diferencias, así lo confirma la aseveración del presidente Hassan Rohani, quien a través de una llamada telefónica, ha hecho saber al emir de Qatar Sheikh Tamim bin Hamad al Thani que la nación persa se encuentra lista para alcanzar “un acuerdo hacia la paz y la hermandad”.

Religión amenazada

En la misma llamada Rohani aseguró que “Irán opta por la moderación y la racionalidad en las relaciones entre Estados”y reconoció que el sectarismo así como el terrorismo son dos factores que amenazan la región.

Lo anterior confirma que la estrategia persa es lograr un mayor acercamiento con los países árabes, naturales aliados de Arabia Saudita, por lo que Rohani incluso, ha visitado tanto Omán como Kuwait a principio de este año. Pero no ha logrado una mayor afinidad con las gestiones de países como Bahréin.

El país del golfo se enfrenta a una nueva oleada de represión en Duraz, Bahréin donde se llevó a cabo un uso excesivo de la fuerza en contra de manifestantes, quienes expresaban su apoyo al líder chiita Issa Qassem, víctima de opresión y acusado por ser manipulado por “fuerzas externas” para “incitar una rebelión”, evidentemente, Bahréin sospecha que Irán sea actor intelectual de la situación.

Los manifestantes quienes se congregaron de forma pacífica, recibieron disparos y gas lacrimógeno de la fuerza armada, según Amnistía Internacional.

Muertos y heridos

Resultado de lo anterior, una persona murió y cientos resultaron heridos, la localidad ha permanecido sin salidas ni accesos, esta condición de sitio se ha extendido hasta por casi un año.Estado que fue altamente criticado por la gestión de Barack Obama y que con la recién visita de Donald Trump a Arabia Saudita parece haber sido olvidado.

Por su parte, Kuwait vía su Ministro de Exteriores, Khaled al Jarallah, la tarea de ese país es fomentar el diálogo entre la nación persa y el Consejo de Cooperación del Golfo, aunque, la reciente llamada iraní con Qatar, causó un tanto de extrañeza, lo que llevó a planear un encuentro entre los líderes de ambas naciones con el fin de no deteriorar la relación entre ambas.

En cuanto se refiere a Omán, el Ministro de Exterior Yusuf bin Alawi bin Abdullah ha dicho que la relación con Irán es la más fuerte y que reside en la “amistad y cooperación” y aseguró que ello continuará a pesar de la diferencia entre Irán y Arabia Saudita.

A pesar que vía telefónica, el gobierno de Qatar ha dado a conocer su deseo por fortificar y acercar la relación con los iraníes, la recepción del vecino reino saudí no ha sido la más grata, mucho menos cuando se difundió un mensaje en el que el emir qatarí tacha de “locura” la postura saudí con respecto a Irán, luego de la gran difusión en la web, el gobierno dijo que los portales de internet donde había aparecido dicho mensaje, habían sido hackeados.

La propia Arabia Saudita en voz del príncipe Mohammed bin Salman aseguró que “no hay espacio para el diálogo con Irán”, a lo que el portavoz de la cancillería iraní, Bahram Qassemi contestó que la cumbre llevada a cabo en Arabia Saudita con motivo de la visita del presidente estadunidense Donald Trump, no generó consenso entre los países árabes y Arabia Saudita.

El camino en la búsqueda de conciliación con Arabia Saudita luce tedioso, principalmente por la resistencia saudí, queda pendiente observar si la estrategia persa con los demás países árabes surge los efectos deseados y beneficios a los escenarios afectados por la lucha entre Irán y Arabia Saudita como es el caso de Yemen y la guerra civil que vive.