Javier Casique Zárate al PRI municipal
Rodolfo Ruiz en su columna La Corte de los Milagros, publicada en E-consulta, señala que un personaje que ha ido ganando terreno para llegar a la presidencia del Comité Directivo Municipal del PRI capitalino con el consenso de los principales actores y aspirantes a la gubernatura de Puebla es Javier Casique Zárate.
Curiosamente su nombramiento no fue propuesto por el delegado del IMSS, Enrique Doger Guerrero, sino por el subsecretario de Desarrollo Urbano y Vivienda de la SEDATU, Juan Carlos Lastiri Quirós, lo cual no significa que el primero esté en desacuerdo.
A la senadora Blanca Alcalá Ruiz la propuesta de que sea Javier Casique el sucesor de Pepe Chedraui en el Comité Municipal del PRI tampoco le desagrada, pero siempre que la compañera de fórmula de aquél, es decir la secretaria general, sea su hija, la regidora Karina Romero Alcalá.
Casique fue uno de los operadores de Blanca Alcalá en los comicios del año pasado cuando perdió la gubernatura frente al hoy mandatario estatal José Antonio Gali Fayad.
El presidente del Comité Directivo Estatal del PRI, Jorge Estefan Chidiac, también ha expresado su respaldo a la propuesta de que su paisano ocupe la posición que a finales de agosto dejará vacante después de tres años el diputado local José Chedraui Budib.
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El huachicol y el futuro político de Moreno Valle
Tania Damián Jiménez en su columna Coordenada, publicada en Ángulo 7, indica que el crecimiento del robo de combustible en el llamado Triángulo Rojo en los últimos años afectaría las aspiraciones políticas del exgobernador Rafael Moreno Valle, pues ahora se habla de Puebla para señalar ese problema.
Y es que el incremento del huachicol se dio en el sexenio de Moreno Valle, quien prefirió centrar su atención en la realización de sus megaobras y ahora ambos temas le cobran la factura mediática.
Sólo hay que recordar que cuando estaba como secretario de Seguridad Pública, Facundo Rosas Rosas, durante el sexenio anterior, dos de sus mandos policiacos, Marco Antonio Estrada López, el director de la policía estatal y Tomás Méndez Lozano, jefe del Grupo de Operaciones Especiales, fueron detenidos en julio de 2015 por el Ejército cuando custodiaban camionetas que llevaban hidrocarburo robado.
Lo anterior significaría que Moreno Valle solapó la corrupción de los principales mandos policiacos estatales, pues Rosas Rosas no fue sancionado por dichas detenciones.
Incluso desde la transición, el gabinete de seguridad anterior lo puso de conocimiento sobre los grupos de delincuencia organizada que intentaban establecerse “de lleno” en el territorio poblano, pues en una entrevista que dio el entonces secretario General de Gobierno, Fernando Manzanilla Prieto, en diciembre de 2011, dijo que el grupo de Los Zetas era una de ellas, cuando detuvieron –en ese entonces—a Raúl Lucio Hernández Lechuga, alías “El Lucky” o “Z-16”.
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El WhatsApp de las deslealtades
Enrique Núñez en su columna Contracara, publicada en Intolerancia Diario, señala que desde el primer momento en que terminó el sexenio morenovallista, un grupo de funcionarios del primer círculo de la extinta administración decidió crear un chat “secreto” para generar una comunicación constante y un contrapeso ante el arribo del nuevo grupo de poder cercano a Tony Gali.
La encargada de crear este grupo de WhatsApp fue la otrora secretaria particular del exgobernador y hoy diputada Mercedes Aguilar, quien como administradora del chat lo bautizó como: excolaboradores de RMV.
Ahí aparecen no solo los exfuncionarios de alto vuelo morenovallista, sino también algunos de los que lograron colarse al gabinete legal y ampliado del nuevo gobierno.
La resistencia hacia la creación de un nuevo grupo de poder, identificado, pero no sumiso al ahora suspirante presidencial, fue el motivo principal de este círculo, que opera como un frente de resistencia del llamado galismo.
Las preocupaciones principales son tanto financieras como políticas, además de conocer la información de los estados que fueran los procesos de entrega-recepción y las auditorías practicadas a algunas dependencias.
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Anaya desplazó a RMV de la negociación de una alianza del PAN con el PRD
Fermín Alejandro García en su columna Cuitlatlán, publicada en La Jornada de Oriente, indica que Ricardo Anaya Cortés, el presidente nacional del PAN, ha dado muestra de ser un gran equilibrista, ya que cuando parece que se va a caer de la cuerda floja recupera el equilibrio y camina con soltura, con mucha seguridad. Esa condición la demostró el fin de semana al anunciar la construcción de un posible frente electoral de su partido con el PRD de cara a los comicios de 2018, lo cual de paso fue un gancho al hígado del ex gobernador Rafael Moreno Valle Rosas.
Hace unos días, la aspirante a ser candidata presidencial Margarita Zavala Gómez del Campo ofrecía algunas entrevistas de radio en donde acusaba a Ricardo Anaya de estar “distraído en otro año”, en alusión a que el dirigente panista había descuidado la elección del estado de México y que su tiempo lo dedicaba a promoverse para buscar ser el contendiente albiazul en los comicios del año 2018.
Los dichos de Zavala hacían eco a versiones periodísticas que apuntaban a una posible remoción de Anaya si en dos semanas al PAN acaba en tercero o cuarto lugar de la elección de gobernador en el estado de México. La caída brutal en las encuestas de la candidata albiazul Josefina Vázquez Mota efectivamente parecía empezar a ser el fin de la dirigencia del actual presidente de Acción Nacional.
Cuando parecía que Anaya caminaba directo al cadalso, emergió de las aguas turbulentas anunciando una posible alianza con el PRD para la elección presidencial, lo cual en la percepción del grueso de los panistas –entre los que se encuentra Diego Fernández de Cevallos– es una coalición necesaria para que el blanquiazul sea competitivo en la lucha por la titularidad del Poder Ejecutivo federal.
Sobre todo porque en siete de 10 ocasiones en que han ido juntas ambas fuerzas políticas, han ganado los comicios en que han competido de manera conjunta.
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RMV: las alianzas rotas
Valentín Varillas en su columna La Tempestad, publicada en Status Puebla, señala que Los operadores, aliados y aplaudidores profesionales del ex gobernador Rafael Moreno Valle, ya celebran en estado de contemplación gozosa la decisión de panistas y perredistas de sentar las bases para la posible conformación de un frente común para enfrentar de mejor manera –según ellos- el proceso electoral del próximo año.
En su lógica, quien cumple a cabalidad los requisitos para encabezarlo es, faltaba más, el poblano.
“Influencia y presencia en el blanquiazul y en el Sol Azteca, además de las excelentes relaciones que hasta la fecha mantiene con el presidente Peña, la mano que mece la cuna de semejante amarre”-argumentan.
Los más extremos, juran que a este bloque anti-AMLO se sumará el PRI, una vez que se concrete la derrota tricolor en el estado de México.
Y entonces sí, presidencia segura.
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Si pierden el Edomex, ¿quién va a nombrar al candidato presidencial del PRI?
Arturo Rueda en su columna Tiempos de Nigromante, publicada en Diario Cambio, indica que en el Estado de México el PRI se juega, además de su imagen de partido competitivo para el 2018 y mantener una base electoral mínima, la posibilidad de que Enrique Peña Nieto pueda designar al candidato presidencial del tricolor, y en un sentido amplio, la potencia necesaria para organizar el juego político que incluye la designación de candidatos a gobernadores, así como los primeros lugares de las listas plurinominales a San Lázaro y al Senado.
Al poder de imponer condiciones, en términos de estrategia militar, se le conoce como margen de maniobra, y tras las derrotas estrepitosas del 2016, en las que Manlio Fabio Beltrones sólo fue un coadyuvante de las designaciones, a Peña Nieto se le acabó tal margen de maniobra al imponer a su primo Alfredo del Mazo Maza como abanderado del Edomex, pese a los riesgos evidentes derivados del parentesco.
Una cosa es que el priismo mexiquense haya cerrado filas en torno a la imposición de Alfredo del Mazo, y otra que el resto del priismo nacional no observe los toros desde la barrera para tomar por asalto el CEN nacional en caso de que el derrumbe en Edomex sea ostensible.
Porque hasta ahora el priismo mexiquense ha jugado al ‘toma todo’ respaldado por Peña Nieto y Videgaray, y el mejor ejemplo es César Camacho, que pasó de dirigente nacional a diputado plurinominal, a coordinador de la fracción priista en San Lázaro y a repartidor de comisiones sin darle posibilidades de juego a otros grupos políticos.
En la tradición del PRI, es prerrogativa del Presidente la designación de candidatos a gobernadores y sucesor en su papel de Jefe Político. Y hasta 2015, nadie había puesto en duda esas prerrogativas, pero los errores en la postulación de los abanderados en 2016 abrieron la puerta a la rebeldía.
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¡Salvemos a Josefina! (una Costra Porosa)
Mario Alberto Mejía en su columna La Quinta Columna, publicada en 24 Horas Puebla, señala que Josefina Vázquez Mota es un fracaso electoral.
Esto no es ninguna novedad, es —diría el clásico— una verdad de Perogrullo.
Desde la campaña presidencial de 2012 era un hecho que la hoy candidata del PAN en el estado de México no tenía cabeza para contender en elección alguna.
Hace cinco años quedó en tercer lugar.
Hoy, gracias a su hija Majo y a Eduardo Rivera Pérez, entre otros, ya va en cuarto lugar.