Nieto de un exgobernador poblano, de quien lleva el mismo nombre, Rafael Moreno Valle se ha ido convirtiendo en un contendiente serio por la candidatura presidencial del Partido Acción Nacional. Paradójicamente, para gobernar Puebla tuvo que hacer a un lado a los grupos panistas mejor afincados en el estado y echar mano de políticos experimentados a los que muchos vieron como foráneos. En los hechos, estuvo más cercano al grupo priista y a Enrique Peña Nieto que a los panistas de cepa del estado.
Durante su mandato se dedicó a eliminar toda posibilidad de sus contrarios al interior del blanquiazul; así lo demuestra el caso del exalcalde de Puebla, Eduardo Rivera, quien ha sido inhabilitado por 12 años en labores de función pública después de un proceso en el congreso local que muchos calificaron de oscuro. Eduardo Rivera Pérez era el aliado principal de Margarita Zavala en Puebla.
Su encumbramiento en el poder se derivó en parte del voto de castigo que los poblanos dieron al PRI después del hartazgo que significó el gobierno de Mario Marín y sus escándalos de corrupción y de vínculos con pederastas. Esto desembocó en que el congreso de Puebla fuera ocupado por una mayoría panista, liderada por Jorge Aguilar Chedrahui pero que respondía en última instancia a las iniciativas emanadas del ejecutivo, quien se convirtió en el Gran Legislador. Tanto fue así que los diputados aprobaron durante su mandato 9 de cada 10 iniciativas presentadas por Moreno Valle.
Una de esas leyes, la llamada “Ley Bala” cobró la vida de un niño llamado José Luis Tehuatlie Tamayo, herido por una bala de la policía estatal, durante una protesta en contra de la centralización de los servicios del registro civil. En dicha ocasión, el procurador del gobernador, Victor Carrancá inventó la versión de que el menor murió por un cohetón arrojado por los lugareños, lo que fue desmentido más tarde.
Pero en cuanto a leyes, esta mecánica le rindió frutos a Rafael Moreno Valle, ya que le permitió a su gobierno hacerse de los recursos suficientes para impulsar sus obras máximas bajo estructuras de endeudamiento como la de los PPS (Proyectos de Prestación de Servicios).
Además, las deudas que tendrán que pagar las administraciones futuras, de aquí a por lo menos veinte años, fueron contratadas con la intermediación de Evercore, la empresa del salinista Pedro Aspe y donde participó (¿participa?) Luis Videgaray. Con esta empresa se creó un fideicomiso al cual se trasladarán los recursos recaudados a través del Impuesto Sobre la Nómina y, bajo la reglamentación actual, será imposible de fiscalizar y saber a ciencia cierta el curso del dinero, incluso hay quienes han denunciado que este tipo de contratos son inconstitucionales.
Por otro lado, sus obras de mayor alcance fueron calificadas de faraónicas por opositores y ciudadanos, toda vez que, además de representar gastos enormes para los poblanos, no incidieron de manera positiva a la calidad de vida de las familias. En este tipo de obras se inscriben la llamada Estrella de Puebla, una rueda de la fortuna gigantesca en el Centro Comercial Angelópolis; el teleférico de los Fuertes, que sólo cuenta con 600 metros de recorrido y que, por ende, no representa ninguna solución a los problemas de movilidad y, por último, el Museo Internacional Barroco, por el cual el gobierno tendrá que pagar 26 millones mensuales durante veinte años. Entre los beneficiarios de esta última obra están Juan Armando Hinojosa Cantú (el constructor de la Casa Blanca de Peña Nieto) y Hank Rhon, político y empresario del grupo Atlacomulco.
Huachicoleros en su seno
En el grupo de Rafael Moreno Valle se dio cabida a personajes que muchos consideraron como foráneos. Fue el caso de Facundo Rosas Rosas y Diódoro Carrasco Altamirano. Este último fue gobernador de Oaxaca y secretario de gobernación con Ernesto Zedillo. El otro fue el principal colaborador de Genaro García Luna cuando este se desempeñaba como Secretario de Seguridad Pública federal y que también desempeñó en su tiempo el cargo de Procurador General de la República.
Facundo Rosas fue nombrado Secretario de Seguridad de Puebla y desde que asumió el cargo, las tomas clandestinas se dispararon como nunca antes en algunos de los municipios más pobres del estado. Su renuncia se debió a la presión que propició el escándalo de dos de sus subordinados: el director de la Policía Estatal, Marco Antonio Estrada y Tomás Méndez Lozano, jefe del Grupo de Operaciones Especiales; ambos fueron detenidos en 2015 por su probada complicidad con los grupos de huachicoleros.
Rosas Rosas, además, impuso como directores de seguridad y policías de casi 82 municipios a exmiembros de la Policía Federal que habrían sido despedidos por faltas a la disciplina, corrupción y negligencia.
Sin embargo, Facundo Rosas nunca fue investigado y a la fecha sigue siendo uno de los protegidos del ahora gobernador Gali Fayad; sucesor en la gubernatura y subordinado, en los hechos, de Moreno Valle, ya que mantuvo a 13 funcionarios morenovallistas en su gabinete.
Durante el gobierno de Moreno Valle las tomas clandestinas en el estado se incrementaron exponencialmente. Cualquiera puede corroborarlo con la información construida por la organización Gobierno Fácil con datos de Pemex. El problema fue tan consentido y, quizás, hasta impulsado que hoy constituye una alarma nacional que ha orillado a Enrique Peña Nieto a enviar 2000 efectivos del ejército luego de un enfrentamiento que dejó 10 muertos, entre militares y civiles. Lo que no se sabe es si el dinero recaudado será en parte destinado a las campañas políticas de Margarita Zavala o de Moreno Valle, como algunos han denunciado, en periódicos nacionales.
Feminicidios
La descomposición social del gobierno de Rafael Moreno Valle se recrudeció con la impunidad y la falta de acción gubernamental en contra de los feminicidios en Puebla. Durante su mandato, este delito se incrementó en 700%. Lo lamentable es que ni el gobernador, ni la procuraduría estatal dieron respuesta a las familias afectadas por esta ola de violencia en contra de las mujeres.
Tan solo de 2013 a 2016 los feminicidios pasaron de 12 a 81 casos al año. La Conavim (Comisión Nacional para prevenir y erradicar la Violencia contra las Mujeres) impuso en junio de 2016 11 recomendaciones para contrarrestar esta situación; sin embargo, a la fecha se siguen presentando casos de feminicidios con violencia extrema, como el desmembramiento o, incluso, la quema de los cuerpos. Ni siquiera las universitarias de la BUAP no han escapado a esta terrible situación, al menos seis alumnas de dicha institución fueron asesinadas durante la gestión de Moreno Valle, todas en condiciones tales como para que sus muertes fueran investigadas como feminicidios.
En fin, que Rafael Moreno Valle, el hombre del eslogan de Acciones que transforman, ha dejado un estado sumido en la inseguridad, la muerte y la pobreza. Sus nexos políticos y empresariales lo hacen un personaje híbrido, pues del mismo modo que es cobijado por un importante sector del panismo nacional, es apoyado por exsalinistas y empresarios y políticos del grupo Atlacomulco.
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