En las últimas horas, la frontera entre Afganistán y Pakistán ha sido testigo de enfrentamientos entre las fuerzas armadas de ambos países, lo que ha provocado un recrudecimiento de la relación bilateral que ha dejado decenas de víctimas mortales y heridos.
En la zona fronteriza de Chaman, al suroeste de Afganistán, se presentó un ataque a militares y civiles pakistaníes mientras las fuerzas de esta última nacionalidad resguardaban a trabajadores que llevaban a cabo el censo de población.
De acuerdo con el vocero de la policía, Zia Duran, Afganistán abrió fuego contra las personas del lado pakistaní, ya que “estaban intentando cruzar la frontera”. Dicho enfrentamiento ha dejado 15 muertos y más de 18 heridos.
Aunque medios locales indican que, después del ataque, Pakistán emprendió una defensiva que abonó a la cantidad de muertos, la cual ascendería a casi 50 personas, tal como lo ha aseverado el vocero de la policía Duran.
Más de 72 de enfrentamiento
Además de las muertes y las heridas causadas, el cierre de la frontera como consecuencia del enfrentamiento que se ha extendido hasta por 72 horas, ha afectado a las personas que le cruzan con el fin de ejercer sus labores, asistir a escuelas o intercambiar sus productos, lo que ha ocasionado de inmediato el aumento de los precios de productos que provengan del país vecino.
Esta es, al menos, la segunda vez que se cierra el cruce fronterizo a lo largo del año. Y es que el conflicto ha venido en ascenso, luego que a principios de este mes, Afganistán dio a conocer su molestia debido a la recién iniciada construcción de una valla fronteriza por su vecino, advirtiendo que Pakistán se encuentra violando la frontera.
Sin embargo, Pakistán considera que los talibanes afganos han sido responsables de los ataques terroristas perpetrados en su territorio y han asegurado que con la construcción de la valla se pueda tener un mayor control de las personas que ingresan por la frontera compartida.
Se planea que este cercado abarque los 2 mil 500 metros de longitud que componen una de las fronteras más porosas en el mundo.
Ambos se señalan de apoyar a talibanes
En los últimos días, en Afganistán se han presentado protestas ante lo que han llamado “entrometimiento de Pakistán”, mientras que los gobiernos de ambas naciones se continúan señalando de responsables por brindar apoyo a los talibanes, grupo de interpretación radical del Islam.
Sin embargo, la molestia entre ambas naciones se remonta varios años atrás ya que “Los pashtun”–comunidad de 8 millones de nacionales afganos y 9 millones pakistaníes hablantes del pashtu– no reconocen, al igual que el gobierno de Afganistán, las fronteras que le delimitan con Pakistán y que fueron trazadas por el imperio británico recibiendo el nombre de Línea Durand.
Por lo anterior, ambas naciones han buscado el apoyo de otros países para contrarrestar la fortaleza del vecino; en el caso de Afganistán ha encontrado respaldo en India quien es rival de Pakistán, y este último se ha acercado a China, un importante rival de la India.
Producción de drogas, el otro problema de Afganistán
Sin embargo, este no es el único problema de Afganistán, pues enfrenta un serio reto contra la producción de drogas al interior de su territorio, lo que le ha convertido en el gran fabricante industrial de opio de acuerdo con la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, y también terreno fértil para el contrabando de sustancias tóxicas.
Lo anterior ha generado gran preocupación entre la comunidad internacional, que ha motivado a instaurar programas de cooperación conjunta entre Pakistán y Afganistán como la llamada “Estrategia arcoíris” cuyo objetivo es ejecutar operaciones de seguridad conjunta en las fronteras.
Lo explicado con antelación favoreció al entendimiento entre ambos países hasta el año 2010, incluso convocó a los representantes de cada país, aunque ello se ha dejado en el pasado ya que en la actualidad, la relación bilateral se ha reducido a términos militares y la negativa de encuentro entre los jefes de Estado.
